Me siento desbordado
Un presidente cuyas gracias pueden hundir la fiesta más animada, 'un portavoz que evoca añejas puestas de largo, una ministra disfrazada de bucólica pastorcilla y otra (¡de cultura!) que confiesa no tener tiempo para leer, el conato de boda real, declaraciones de intenciones que se mantienen escasas horas, una programación televisiva que nos devuelve a la España casposa y cañí... Ante tamaños hechos debo confesar que me siento desbordado: yo estaba preparado para luchar contra la llegada del neoliberalismo salvaje (versión thatcheriana) y me encuentro con semejante panorama. En lugar de indign...
Un presidente cuyas gracias pueden hundir la fiesta más animada, 'un portavoz que evoca añejas puestas de largo, una ministra disfrazada de bucólica pastorcilla y otra (¡de cultura!) que confiesa no tener tiempo para leer, el conato de boda real, declaraciones de intenciones que se mantienen escasas horas, una programación televisiva que nos devuelve a la España casposa y cañí... Ante tamaños hechos debo confesar que me siento desbordado: yo estaba preparado para luchar contra la llegada del neoliberalismo salvaje (versión thatcheriana) y me encuentro con semejante panorama. En lugar de indignación siento una especie de ternura con estos personajes. A ver si al final todo va a ser producto de una sutil estrategia...-