Fraga pide ante el apóstol Santiago "máximo rigor" contra los narcotraficantes

Las secuelas de la reciente sentencia del Tribunal Supremo que absolvió a Laureano Oubiña del delito de narcotráfico se dejaron notar ayer durante la tradicional ofrenda conmemorativa del traslado a Galicia de los restos del apóstol Santiago, leída en nombre del Rey por el presidente de la Xunta, Manuel Fraga. El jefe del ejecutivo gallego reclamó "el máximo rigor de la ley contra los narcotraficantes y evocó el "doloroso clamor" de las madres de toxicómanos."Atiende nuestras súplicas", dijo Fraga dirigiéndose al apóstol en la ceremonia que se celebró en la catedral de Santiago, "para que se a...

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Las secuelas de la reciente sentencia del Tribunal Supremo que absolvió a Laureano Oubiña del delito de narcotráfico se dejaron notar ayer durante la tradicional ofrenda conmemorativa del traslado a Galicia de los restos del apóstol Santiago, leída en nombre del Rey por el presidente de la Xunta, Manuel Fraga. El jefe del ejecutivo gallego reclamó "el máximo rigor de la ley contra los narcotraficantes y evocó el "doloroso clamor" de las madres de toxicómanos."Atiende nuestras súplicas", dijo Fraga dirigiéndose al apóstol en la ceremonia que se celebró en la catedral de Santiago, "para que se apliquen con el máximo rigor las leyes nacionales e internacionales que impiden y sancionan las mortíferas prácticas del narcotráfico y sus sucios negocios".

Según Fraga, la sociedad gallega y la española en general "ya han recogido" el dolor de las madres "con inocentes hijos hundidos por las drogas". "En conscuencia", agregó, "no vamos dejar de reclamar que se ha justicia".

El fundador del PP tampoco olvidó exigir la puesta en libertad de Cosme Delclaux y José Antonio Ortega Lara, "inocentes rehenes", indicó, "del terrorismo criminal e intolerante". Fraga clamó contra "la horrible espiral de sinrazones y violencias" puesta en marcha por ETA que, en su opinión, resulta "particularmente injustificable en un Estado democrático, constituido y fundamentado en el respeto general de los derechos humanos". Se refirió asimismo a la "unidad fundamental de España" y a la Monarquía como su garante.

No dejó de citar el presidente de la Xunta ninguno de los más sangrientos conflictos internacionales, desde la tragedia de los Grandes Lagos, hasta la situación en el antigua Yugoslavia o el "violento e inhumano" asalto a la embajada de Japón en Lima.

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