RELIGIÓN

El Papa firma la paz con los cristianos armenios

El Papa Juan Pablo II y el patriarca universal de todos los cristianos armenios, Karekin I, firmaron ayer en el Vaticano un documento que pone fin a la división que ha imperado entre sus respectivas Iglesias durante los últimos 1.500 años, como consecuencia de una diferente interpretación de la naturaleza humana y divina de Cristo. "Las controversias y las deplorables divisiones que han derivado a veces de los modos divergentes de expresar la fe no deberían seguir influyendo negativamente sobre la vida y el testimonio de la Iglesia de hoy", se lee en el documento firmado ayer por los dos d...

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El Papa Juan Pablo II y el patriarca universal de todos los cristianos armenios, Karekin I, firmaron ayer en el Vaticano un documento que pone fin a la división que ha imperado entre sus respectivas Iglesias durante los últimos 1.500 años, como consecuencia de una diferente interpretación de la naturaleza humana y divina de Cristo. "Las controversias y las deplorables divisiones que han derivado a veces de los modos divergentes de expresar la fe no deberían seguir influyendo negativamente sobre la vida y el testimonio de la Iglesia de hoy", se lee en el documento firmado ayer por los dos dignatarios religiosos.Esta paz no implica, sin embargo, que se haya alcanzado la "plena comunión" entre católicos y armenios, ya que subsiste el problema del Primado, de la autoridad suprema del Papa sobre todos los fieles. Los armenios no la reconocen. Pero las dos partes pretenden que el acuerdo de ayer tenga efectos prácticos inmediatos, y así anuncian que colaborarán en la reconstrucción de la nueva Armenia independiente y en apoyo de los armenios del Nagorno Karabaj y de los distribuidos por todo el mundo.

La polémica teológica que separó a los armenios del tronco católico data del Concilio de Calcedonia celebrado el año 451, cuando los cristianos armenios fueron asimilados a los monofisistas que sostenían que la naturaleza de Cristo era única y divina. En el documento conjunto firmado ayer se habla, en cambio, de una doble naturaleza de Cristo, humana y divina, "que constituyen una unión real, perfecta, sin confusión, sin alteración, sin división, sin forma de

separación alguna".

El documento hace constar que las divergencias históricas se debieron, sobre todo, a factores "linguísticos, culturales y políticos".

Karekin I dirige espiritualmente a unos 6 millones de fieles expandidos por todo el mundo, aunque especialmente concentrados en Armenia, Israel, Líbano y otros países de Oriente Próximo. Le corresponde el título de Catholicos, que le identifica como patriarca universal de los armenios.

El patriarca oriental llegó ayer al Vaticano vestido con su tradicional hábito negro y se entrevistó en privado con el Papa durante 25 minutos. El encuentro se amplió luego para acoger a las respectivas delegaciones durante un acto público que culminó en el abrazo con que Juan Pablo II y Karekin I quisieron concretar la reconciliación entre sus respectivos fieles.

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