Sentados en la silla de Oro

Julián Rodríguez Prada, ganador de la Silla de Oro, el concurso de cante para aficionados celebrado en el barrio de La Fortuna, de Leganés, alcanzará hoy sus primeros minutos de gloria al ser la estrella del festival que cerrará las III Jornadas Flamencas. Los participantes más jóvenes buscaban un trampolín para dar el salto a la fama, y los más veteranos, un espacio donde demostrar su experiencia.En las dos jornadas de clasificación y en la final de anoche los nervios dejaron secas muchas gargantas que, como las cuerdas de una guitarra, fueron alcanzando el temple en contacto con el públi...

Julián Rodríguez Prada, ganador de la Silla de Oro, el concurso de cante para aficionados celebrado en el barrio de La Fortuna, de Leganés, alcanzará hoy sus primeros minutos de gloria al ser la estrella del festival que cerrará las III Jornadas Flamencas. Los participantes más jóvenes buscaban un trampolín para dar el salto a la fama, y los más veteranos, un espacio donde demostrar su experiencia.En las dos jornadas de clasificación y en la final de anoche los nervios dejaron secas muchas gargantas que, como las cuerdas de una guitarra, fueron alcanzando el temple en contacto con el público que llenó la sala los tres días. El certamen, a pesar de llevar. sólo dos ediciones, se ha hecho ya un hueco en el mundo del flamenco.

De los 15 participantes inscritos, tres no se presentaron, y el jurado, compuesto por dos cantaores y un especialista en flamenco, eligió a siete finalistas. Israel Paz, El Moñi, un cantaor de Valdemoro, de 19 años, que ya ha hecho sus pinitos ante el público, repitió actuación para de mejorar el tercer puesto alcanzado el año pasado. "Mi escuela fueron los amigos, escuchar mucho, ir a festivales y aprender el compás", dice, y añade: "Hay que ir a concursos como éste, porque te puede ver alguien con una peña importante y antojarse de ti".

Quizás por eso, María de Toledo, la única mujer en la final, a sus 13 años ya es una veterana en certámenes flamencos. Llegó hace dos años a la fase final de las Minas de La Unión (Murcia ). Mientras le llega su oportunidad, estudia octavo de EGB, piano, solfeo y cante. El fínalista Julián Rodríguez, de 56 años, no aspira a dedicarse a esta profesión. "Mal vivir se malvive con cualquier profesión, pero es imposible sacar adelante a cuatro hijos dedicándose en cuerpo y alma al flamenco", dice Julián, que trabaja en Mercamadrid. Tanto el jurado como el público han destacado la calidad de esta segunda edición de la Silla de Oro. Sin embargo, el único profesional que participó, el guitarrista Juan Madrid, afirma que había con cursantes con muy buen nivel, y otros ""que se aprenden dos co sas y se creen que eso es ser un cantaor".

Festival Flamenco, don Julián Rodríguez, ganador del concurso Silla de Oro. Espectáculo Café del Cante de Tomás de Madrid y el cantaor Talegón de Córdoba (19.00). Junta de La Fortuna. San Amado, 20. Gratis.