Cartas al director

El Club de Fumadores y la tolerancia

El sábado 16 de noviembre me encontré una página publicitaria en el diario EL PAÍS que me causó un gran asombro y una profunda indignación. Se trataba del anuncio del muy imaginativamente denominado Club de Fumadores de la Tolerancia, cuyo eslogan era, asimismo ' todo un derroche de imaginación y de cordura: "El Club de Fumadores por la Tolerancia advierte que la intolerancia perjudica seriamente la convivencia".Pues bien, a esos señores me gustaría decirles que no entienden lo que significa la palabra tolerancia. Yo me siento capaz de tolerar y respetar todas las ideas y prácticas polític...

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El sábado 16 de noviembre me encontré una página publicitaria en el diario EL PAÍS que me causó un gran asombro y una profunda indignación. Se trataba del anuncio del muy imaginativamente denominado Club de Fumadores de la Tolerancia, cuyo eslogan era, asimismo ' todo un derroche de imaginación y de cordura: "El Club de Fumadores por la Tolerancia advierte que la intolerancia perjudica seriamente la convivencia".Pues bien, a esos señores me gustaría decirles que no entienden lo que significa la palabra tolerancia. Yo me siento capaz de tolerar y respetar todas las ideas y prácticas política, religiosas, sociales o de cualquier otra índole, siempre que no per judiquen a los demás. Pero es esta condición la que no es respetada por la gran mayoría de fumadores que, al menos en este país, consumen sus cigarrillos sin importarles la molestia y el perjuicio que causan a sus conciudadanos.

¿No será precisamente el tabaco, o mejor dicho, el uso irrespetuoso del mismo el que perjudica seriamente la convivencia, además de la salud? Como persona tolerante, me parece estupendo que ustedes fumen, pero yo no tengo por qué soportar sus consecuencias-

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