Tribuna:

Muy frío

La Bolsa española vivió esta última sesión con mucho miedo, circunstancia que tanto puede deducirse del escaso volumen negociado -21.220 millones de pesetas, con una aplicación de 2.240 millones- como del poco caso que se hizo de la subida de Nueva York, récord histórico de aquel mercado. La cautela de los inversores españoles tenía causas profundas, ya que el dinero de los inversores extranjeros apenas llegó debido a que el mercado norteamericano trabajaba a medio ritmo por la fiesta administrativa, que mantuvo cerrado el mercado de bonos. La Bolsa norteamericana, sin tutelaje, hizo lo que qu...

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La Bolsa española vivió esta última sesión con mucho miedo, circunstancia que tanto puede deducirse del escaso volumen negociado -21.220 millones de pesetas, con una aplicación de 2.240 millones- como del poco caso que se hizo de la subida de Nueva York, récord histórico de aquel mercado. La cautela de los inversores españoles tenía causas profundas, ya que el dinero de los inversores extranjeros apenas llegó debido a que el mercado norteamericano trabajaba a medio ritmo por la fiesta administrativa, que mantuvo cerrado el mercado de bonos. La Bolsa norteamericana, sin tutelaje, hizo lo que quiso, pero en estas latitudes no había espíritu de aventura.El mercado de deuda, también sin referencias, mantuvo un tono apagado que dejó la rentabilidad en el mismo sitio, pero que permitió el desmarque de la deuda alemana y un aumento del diferencial hasta 1,65 puntos. En conjunto, la situación apenas ha variado y todo se reduce al intento de salvaguardar los beneficios existentes de los temidos vaivenes de Wall Street, un mercado que provoca más miedo cada día que pasa. Madrid bajó un 0,14% y el Ibex 35 el 0,15%.

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