Quince minutos para el problema de Zaire
Quería hacer una petición a los parlamentarios españoles: que dediquen quince minutos a hablar del problema de Zaire. Hoy ese país africano está viviendo una tragedia, pero esto no preocupa mucho a los gobernantes de la mayoría de las naciones. La Unión Europea ve a África muy lejos. La Organización de las Naciones Unidas es tan lenta de reflejos que cuando acuerda algo ya nadie se acuerda del cómo y el porqué de ese algo.
Sé que hay políticos sensibilizados con la dolorosa realidad centroafricana; pero me gustaría ver un gesto de nuestros diputados que, aunque sólo fuera simbólico, mo...
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Quería hacer una petición a los parlamentarios españoles: que dediquen quince minutos a hablar del problema de Zaire. Hoy ese país africano está viviendo una tragedia, pero esto no preocupa mucho a los gobernantes de la mayoría de las naciones. La Unión Europea ve a África muy lejos. La Organización de las Naciones Unidas es tan lenta de reflejos que cuando acuerda algo ya nadie se acuerda del cómo y el porqué de ese algo.
Sé que hay políticos sensibilizados con la dolorosa realidad centroafricana; pero me gustaría ver un gesto de nuestros diputados que, aunque sólo fuera simbólico, mostrase que nuestros representantes nos representan también en la profunda preocupación que muchos sentimos. Tal vez digan que el tema de Zaire, o el de Ruanda, o el que está a punto de estallar en cualquier otro rincón del mundo subdesarrollado, no es competencia del Parlamento. Tal vez digan que el tema es competencia de una comisión inserta en una delegación perteneciente a una subdirección general; pero yo no estoy de acuerdo con relegar tanto.
El tema es muy importante, y me gustaría ver una postura clara y activa de nuestros parlamentarios en un problema grave que nos conmueve a los que nos sentimos ciudadanos del mundo.
Es hora de dar pasos en serio hacia la unión de las naciones, de los pueblos, de los ciudadanos y ciudadanas de la tierra para evitar nuevas matanzas, nuevas guerras, para evitar el hambre y el subdesarrollo.-