Tribuna

La tentacíon defensiva

Semanas atrás, Fabio Capello explicaba a un periodista italiano las diferencias entre la Liga española y el calcio. "El campeonato italiano suele ganarlo quien menos goles recibe; el campeonato español puede ganarlo quien más goles marque". Quizá sin pretenderlo, descubría uno de los arcanos del fútbol europeo en los últimos veinte años.Es cierto que, en ausencia del Ajax y el Liverpool, los italianos son quienes más copas han llevado a sus bodegas. Sin embargo, el fútbol no puede limitarse a una discusión entre estadísticos. En todo caso, convendría encargarles una encuesta inte...

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Semanas atrás, Fabio Capello explicaba a un periodista italiano las diferencias entre la Liga española y el calcio. "El campeonato italiano suele ganarlo quien menos goles recibe; el campeonato español puede ganarlo quien más goles marque". Quizá sin pretenderlo, descubría uno de los arcanos del fútbol europeo en los últimos veinte años.Es cierto que, en ausencia del Ajax y el Liverpool, los italianos son quienes más copas han llevado a sus bodegas. Sin embargo, el fútbol no puede limitarse a una discusión entre estadísticos. En todo caso, convendría encargarles una encuesta internacional con la siguiente pregunta: "¿Recuerda usted media docena de partidos memorables que hayan ganado equipos italianos en los últimos años?". Tal vez alguien citará la goleada del Milan de Sacchi al Madrid, o la del Milan de Capello al Barcelona, pero el argumento de las grandes gestas de sus equipos cabe en un billete de metro.Fabio Capello.

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Adicionalmente podríamos hacerles un grave reproche: primero esquilmaban el mercado de figuras y, cuando estábamos convencidos de que el Renacimiento volvía a los estadios del sur, las dedicaban a limpiar letrinas o, aún peor, les daban una capa de óxido de catenaccio y las condenaban al destierro profesional. ¿Qué reprochaba la Juve a aquel resplandeciente Laudrup de 24 años que dejó escapar a España? ¿Qué agravio le hizo Dennis Bergkamp al Inter para merecer un exilio tan temprano? ¿Qué pasó con Paul Gascoigne? ¿Qué le echaron en el plato a Diego Armando Maradona? ¿Qué delito han cometido Roberto Baggio, Martín Vázquez, Enzo Scifo, Jean Pierre Papin o Mathias Sammer? ¿Son todos unos vagos? ¿0 es que sufrían un ataque de melancolía al pasar los dolomitas? Con sus fichajes multimillonarios, los equipos italianos sólo consiguieron un efecto estético: impedir que jugaran para la competencia. Todo lo demás fue tiempo perdido y arroz amargo.

Ahora, cuando los talentos emigran a España, debemos exigir para ellos el respeto que siempre mereció la excelencia. Para quienes tengan dudas sobre lo que se estila por aquí, nos permitimos reproducir una conversación muy ilustrativa. Cierto entrenador español, de probado gusto por la cachiporra, preparaba el partido que su equipo debía solventar ante uno de los grandes del campeonato.

Lo tengo muy claro. En el equipo contrario hay tres grandes figuras, ¿no? Bueno, pues mi Fulanito liquidará a la primera, mi Menganito le amargará la vida a la segunda, y mi Perantanito, que reparte lefla hasta en las bodas, le zurzirá la pierna a la tercera. Mi fiel Asaduras se encargará del resto. ¿Qué opinas?

Pues que el domingo va a ir al fútbol tu pastelera madre.

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