Israel conmemora el primer aniversario del asesinato de Rabin

La nostalgia y el temor se apoderaron ayer de Israel en el primer aniversario de los asesinatos casi coincidentes del primer ministro laborista Isaac Rabin, en Tel Aviv, y del líder máximo de la Yihad Islámica, Fathi Shikaki, en Malta.Los israelíes encendieron cirios y oraron llorosos por el alma de Rabin, asesinado a sangre fría por Yigal Amir, un judío extremista de 21 años que descerrajó tres disparos en la espalda del líder militar convertido al pacifismo la noche del 4 de noviembre del año pasado. Temeroso de una explosión de venganza árabe a muerte de Shikaki, el dirigente de la Yi...

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La nostalgia y el temor se apoderaron ayer de Israel en el primer aniversario de los asesinatos casi coincidentes del primer ministro laborista Isaac Rabin, en Tel Aviv, y del líder máximo de la Yihad Islámica, Fathi Shikaki, en Malta.Los israelíes encendieron cirios y oraron llorosos por el alma de Rabin, asesinado a sangre fría por Yigal Amir, un judío extremista de 21 años que descerrajó tres disparos en la espalda del líder militar convertido al pacifismo la noche del 4 de noviembre del año pasado. Temeroso de una explosión de venganza árabe a muerte de Shikaki, el dirigente de la Yihad Islámica acribillado por agentes israelíes en La Valleta el 25 de octubre de 1995, el Gobierno israelí dispuso el cierre de Gaza y Cisjordania.

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Las discrepancias en el calendario se añaden a la confusión de esos hechos que han traumatizado profundamente a Israel y a los palestinos. Los israelíes se guían por el calendario lunar judío, según el cual el pueblo de Abraham está en el año 5757. Los palestinos se mantienen fieles al calendario gregoriano.

Entretanto y en medio del nerviosismo general, las fuerzas de seguridad israelíes dispararon contra un obrero palestino en un puesto de control cerca de Tel Aviv. Lo tomaron por un terrorista. El hombre agonizaba anoche en un hospital con dos balazos en la espalda.

El Gobierno de Benjamín Netanyahu, a quien se le considera un enemigo de las ideas del difunto Rabin, se sumó al homenaje nacional al dignatario asesinado con un discurso apesadumbrado. Pero fue Yonatan Ben Artzi, el nieto del líder laborista judío asesinado por otro judío quien puso las cosas a la altura de las circunstancias. "Seguimos nadando en un mar de confusión, seguimos buscando una salida", dijo al pie de la tumba de Rabin en el cementerio de héroes en Jerusalén. Netanyahu habló más tarde en el homenaje póstumo preparado en el Parlamento y allí pidió compungido la unión del pueblo israelí. "La alternativa es nuestra", dijo, "o nos unimos o profundizamos la brecha entre israelíes y nos caemos".

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