El silencio de Ramallo,

"Asumo la presidencia acompañado por Luis Ramallo en la presidencia dé la institución, una persona que une a una larga trayectoria dedicada a la res publica y al fortalecimiento de los valores democráticos, una experiencia profesional en el mercado de valores como corredor de comercio colegiado", afirmó Fernández-Armesto en el discurso de toma de posesión.

Los observadores coincidían con Fernández-Armesto en esta valoración de Ramallo como vicepresidente de la CNMV, cargo que conlleva ser el representante de la Comisión en el consejo del Banco de España: la experiencia de est...

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"Asumo la presidencia acompañado por Luis Ramallo en la presidencia dé la institución, una persona que une a una larga trayectoria dedicada a la res publica y al fortalecimiento de los valores democráticos, una experiencia profesional en el mercado de valores como corredor de comercio colegiado", afirmó Fernández-Armesto en el discurso de toma de posesión.

Los observadores coincidían con Fernández-Armesto en esta valoración de Ramallo como vicepresidente de la CNMV, cargo que conlleva ser el representante de la Comisión en el consejo del Banco de España: la experiencia de este enfant terrible de la oratoria popular en las últimas legislaturas -demasiado locuaz- no parecía el perfil ideal para tal puesto.

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Y no faltaba quien bromease sobre la posibilidad de que Ramallo, descabalgado de su escaño tras pedir la cabeza del ministro de Defensa Eduardo Serra -a quien se acusó de haber pagado comisiones cuando trabajó en el sector privador-, no montase uno de sus números.

Pero Ramallo no entró a ese trapo. El flagelador del PSOE en temas como la expropiación de Rumasa y su posterior proceso de privatización, prefirió mantenerse en silencio. Lejos quedaba su primera negativa para ocupar este mismo cargo con que contestó a las peticiones de La Moncloa hace unas semanas. Su estrella política, ha declinado dentro del Partido Popular -como otros hombres de la Vieja guardia- en aras de los nuevos tiempos que corren en la sede de la calle Génova.

Ayer, este veterano parlamentario, como recordaba Fernández-Armesto, de quien "buena prueba de sus méritos por la democracia es que al pie del original de la Constitución sobre la que hemos jurado se muestra su firma de legislador constituyente", solamente abrió la boca para presentar a un joven: "Es mi sobrino, que ha querido estar hoy aquí conmigo".

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