Cartas al director

Funcionarios

Parece que el señor Rato quiere achicar la agresión que supondrá la congelación de los sueldos de algunos funcionarios "pidiéndoles" un esfuerzo en pro de la economía y progreso del país. Como funcionaria que soy les aseguro que a mí nadie me ha pedido ni consultado nada, y, a buen seguro, el esfuerzo me vendrá impuesto. Me pregunto si cuando hace algunos meses el flamante Ejecutivo aumentaba el sueldo de los señores diputados pensaba ya en mi esfuerzo.Además de tener que defendernos de esos esfuerzos a los que nos vemos sometidos, hemos de hacerlo también de quienes piensan que este colectivo...

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Parece que el señor Rato quiere achicar la agresión que supondrá la congelación de los sueldos de algunos funcionarios "pidiéndoles" un esfuerzo en pro de la economía y progreso del país. Como funcionaria que soy les aseguro que a mí nadie me ha pedido ni consultado nada, y, a buen seguro, el esfuerzo me vendrá impuesto. Me pregunto si cuando hace algunos meses el flamante Ejecutivo aumentaba el sueldo de los señores diputados pensaba ya en mi esfuerzo.Además de tener que defendernos de esos esfuerzos a los que nos vemos sometidos, hemos de hacerlo también de quienes piensan que este colectivo no es más que un grupo de aprovechados que se queda con su dinero. Creo que ya es hora de que entiendan que los funcionarios no están en absoluto exentos del pago de impuestos y no por ello reprochan a nadie la obtención de prestaciones que dimanan de la planificación económica que se establezca por el Gobierno de un Estado de derecho. Ser funcionario no es sinónimo de ser preceptor de nóminas colosales, sino que, contrariamente, muchos de nosotros nos encontramos con idénticas dificultades para llegar a fin de mes que cualquier otro español. Percibimos nuestros salarios, como en cualquier puesto de trabajo, a cambio de una labor, y si bien hay casos en los que ésta no se lleva a cabo con el acierto necesario, no dejan de ser puntuales y singulares, y por ellos no hemos de ser juzgados y sentenciados todos.

¿Quién no ha tenido ocasión de verse atendido por algún impresentable en la empresa privada o incluso en el ámbito autónomo? Y, sin embargo, no nos abanderemos en contra de cualquier reivindicación social que pudiere realizar su sector, porque todos tenemos derecho a la defensa de intereses y derechos laborales.-

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