Uso indebido de Beethoven
No siento ninguna felicidad analógica cuando una marca automovilística, su promoción y las ventas se identifican desvergonzadamente con Beethoven, otra de electrodomésticos recurre a Copelia -con mayor ingenio, eso sí-, otra más de productos envasados exhibe a Mozart, etcétera. Todo lo contrario: advierto un uso indebi do muy cercano a la estafa.Ni escuchar a Mozart ni vestir sedas convierte la zafiedad en buen gusto; menos aún hace inteligente al necio. Mozart y el fútbol no casan.-...
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No siento ninguna felicidad analógica cuando una marca automovilística, su promoción y las ventas se identifican desvergonzadamente con Beethoven, otra de electrodomésticos recurre a Copelia -con mayor ingenio, eso sí-, otra más de productos envasados exhibe a Mozart, etcétera. Todo lo contrario: advierto un uso indebi do muy cercano a la estafa.Ni escuchar a Mozart ni vestir sedas convierte la zafiedad en buen gusto; menos aún hace inteligente al necio. Mozart y el fútbol no casan.-