FESTEJOS

Quites ilegales y un niño, en los dos últimos encierros de San Sebastián de los Reyes

Los quites ilegales fueron los protagonistas del cuarto encierro de las fiestas de San Sebastián de los Reyes (58.000 habitantes). Estas llamadas a las reses son elsegundo incumplimiento de la normativa taurina de la Comunidad que se produce durante los encierros de San Sebastián después de que en la tercera carrera hubiese un niño dentro del recorrido de los encierros. Responsables municipales han confirmado que se está intentando localizar al padre del menor, que, al parecer, fue la persona que le introdujo en la zona de corredores.

La organización de los encierros ha declinado to...

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Los quites ilegales fueron los protagonistas del cuarto encierro de las fiestas de San Sebastián de los Reyes (58.000 habitantes). Estas llamadas a las reses son elsegundo incumplimiento de la normativa taurina de la Comunidad que se produce durante los encierros de San Sebastián después de que en la tercera carrera hubiese un niño dentro del recorrido de los encierros. Responsables municipales han confirmado que se está intentando localizar al padre del menor, que, al parecer, fue la persona que le introdujo en la zona de corredores.

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La organización de los encierros ha declinado toda responsabilidad en el incidente: "Poco debe querer ese padre a su hijo cuando le expone a tal riesgo, pero el Ayuntamiento casi nada puede hacer al respecto, ya que nuestra responsabilidad hubiera sido sí el menor no estuviera acompañado", declaró Emilio Esteban, responsable de asuntos taurinos del consistorio, que aseguró que "se está tratando de localizar la padre para poder aclarar la situación'".En el encierro corrido ayer, los toros de la ganadería de Los Bayones fueron atraídos hacía las taranqueras con gorros y camisas por espectadores que hicieron caso omiso de la normativa regional y de los consejos que el Ayuntamiento impartía por la megafonía de la plaza de toros. El peligro de estos quites incontrolados no es sólo para los corredores y 'los espectadores del encierro, sino también para los toreros que han de lidiar las reses por la tarde, ya que éstas pueden "malearse" con un sólo capotazo mal dado.

Un minuto y cincuenta

Pese a estas irregularidades y a que las reses que corrían eran toros, el encierro fue más rápido que los dos anteriores (corridos par novillos) y apenas , duró un minuto y cincuenta segundos, tan sólo un astado se adelantó a la mánalo en 1a salida y fue el principal objetivo de los quites incontrolados, a los que respondió hasta en cuatro ocasiones. El cambio de la manada de cabestros que había corrido los tres primeros encierros por otra que no había intervenido hasta ahora contribuyó á la limpieza de la carrera.Tan sólo se vivieron momentos de tensión en la entrada a la plaza, cuando los primeros corredores, los menos expertos, tuvieron problemas para acceder al coso taurino y formaran un pequeño tapón que a punto estuvo de afectar a los que bajaban por la calle de la Estafeta, justo delante de la manada. En esa calle se produjo el único herido de la jornada al resbalar un hombre y deslizarse varios metros por el asfalto, lo que le produjo quemaduras leves en la cabeza, el hombro y la espalda, que le fueron curadas en un puesto de socorro. Tampoco hubo percances en la suelta de vaquillas.

Por otro lado, Juan Francisco Morata, que sufrió un traumatismo craneoencefálico en el primer encierro de las fiestas, continúa ingresado en la unidad de cuidados intensivos de La Paz. El herido sigue en coma después de que le practicaran una segunda operación en la cabeza el pasado lunes, tras la cual evoluciona favorablemente dentro de la gravedad, según un portavoz del hospital.

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