Cartas al director

Destrucción irreversible

Sobre la destrucción de los restos arqueológicos de la plaza de Oriente -unos árabes del siglo X y otros españoles del siglo XVII- me gustaría decir que ninguna decisión tan irreversible como ésa, y ninguna decisión importante, debería ser tomada en la política municipal con la alevosía de pescarnos a los ciudadanos en la semana en que más gente hay fuera de Madrid, es decir, con, podríamos decir, veraneidad, más grave que la nocturnidad en este caso, porque si no estamos no nos podemos defender, y aunque nos convocara la oposición, no podríamos manifestarnos en la calle.Así que el alca...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Sobre la destrucción de los restos arqueológicos de la plaza de Oriente -unos árabes del siglo X y otros españoles del siglo XVII- me gustaría decir que ninguna decisión tan irreversible como ésa, y ninguna decisión importante, debería ser tomada en la política municipal con la alevosía de pescarnos a los ciudadanos en la semana en que más gente hay fuera de Madrid, es decir, con, podríamos decir, veraneidad, más grave que la nocturnidad en este caso, porque si no estamos no nos podemos defender, y aunque nos convocara la oposición, no podríamos manifestarnos en la calle.Así que el alcalde ausente y su sustituta escondida han actuado peor que los ladrones asaltantes de pisos en verano, contra los que tanto nos alertan. Yo propongo, para prevenir futuros desmanes así, que los habrá con este alcalde que eligieron los crédulos, que se cambien las normas municipales e impidan que se tomen decisiones controvertidas y temidas con menos de dos tercios de los representantes de los ciudadanos.

Sin saberlo ha dicho bien el alcalde cuando dice que es un beneficio cultural hacer las excavaciones, pero descubrir lo que podría ser el taller o la sala donde Velázquez está pintando Las Meninas o pintó Las hilanderas y no respetarlo, no seguir excavando toda la calle, no hacer el mapa arqueológico de la zona y no conservar visible lo que se pueda y tapar para los siglos venideros el resto, eso no es ningún beneficio cultural para Madrid.

En cambio, lo que se hace a las órdenes del alcalde, hacer un túnel innecesario para los coches cuando se puede peatonalizar intermitentemente toda la calzada frente al palacio con un ancho semáforo, es un estropicio innecesario al servicio de la ridícula vanidad del mismo regidor y del "arquitecto errático" que, además, privará al pueblo de Madrid del espectáculo de los desfiles de embajadores y de bodas y otros acontecimientos reales.-

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En