El Gobierno británico rechaza reforzar el control de tratamientos de infertilidad

El ministro británico de Sanidad, Stephen Dorrel, negó ayer que fuera necesario reforzar el control en las consultas sobre tratamientos de infertilidad. En el último caso que alarma a la sociedad británica -una mujer embarazada de octillizos que desea seguir adelante y ha vendido su historia a un dominical- el tratamiento podría exceder a las recomendaciones oficiales.La polémica incide en dos cuestiones independientes. La infertilidad de Mandy Allwood parece cuestionable, puesto que es madre de un hijo y abortó en otra ocasión. Su compañero, Paul Hudson, tiene a su vez dos descendientes, uno ...

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El ministro británico de Sanidad, Stephen Dorrel, negó ayer que fuera necesario reforzar el control en las consultas sobre tratamientos de infertilidad. En el último caso que alarma a la sociedad británica -una mujer embarazada de octillizos que desea seguir adelante y ha vendido su historia a un dominical- el tratamiento podría exceder a las recomendaciones oficiales.La polémica incide en dos cuestiones independientes. La infertilidad de Mandy Allwood parece cuestionable, puesto que es madre de un hijo y abortó en otra ocasión. Su compañero, Paul Hudson, tiene a su vez dos descendientes, uno de ellos un bebé de ocho meses, que tuvo con otra mujer.

Por otra parte, Hudson alega que no estaba al tanto del tratamiento que seguía Allwood, aunque, confirmado el embarazo múltiple, se apresuró a sellar un contrato millonario. La pareja podría ganar hasta 200 millones de pesetas si nacen con vida los ocho bebés.

Expertos médicos aseguran que la información sobre tratamientos de fertilidad se ofrece a la pareja, no sólo a la mujer. Y, en el caso de Allwood y Hudson, dudan de que su relación fuera lo suficientemente estable como para garantizar el bienestar de sus posibles hijos.

Dorrell insistió ayer en que "nunca se puede garantizar que todos los niños nazcan en un ambiente estable".

Para proteger a los más pequeños, subrayó el ministro británico, "habría que pedir permiso para tener niños" y la gestión de todo ello, en su opinión, acabaría por conducir a "un horrendo aparato del estado policial".

News of The World, el dominical. que obtuvo la primicia, ofreció ayer rescindir su oferta si la embarazada así lo desea. Mientras, el publicista y portavoz de la pareja, Max Clifford, confirmó que el contrato se extiende por diez años.

La pareja se recluyó durante toda la jornada de ayer en un hotel del condado de Oxford. Sus respectivas familias les han dado la espalda.

Sybil Wheeler, madre de Hudson, llegó incluso a calificarle de "oportunista sinvergüenza" a través de las páginas de un rotativo.

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