LOS DIRECTORES SE COMEN A LOS ESCRITORES

Tras la chocante experiencia que le supuso ver en una película su novela El palomo cojo, el escritor Eduardo Mendicutti ha asegurado que se confirma en su intuición de que el novelista "debe abstenerse de intervenir lo más mínimo en la adaptación cinematográfica de sus libros". "Yo tuve la suerte de aprender la lección en carne ajena, por recomendación de algunos autores amigos como Almudena Grandes, que tras participar en el guión de su primera película ya ha escarmentado y es devota de esta actitud abstinente", manifestó Mendicutti con la sonrisa ancha de un cofra...

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Tras la chocante experiencia que le supuso ver en una película su novela El palomo cojo, el escritor Eduardo Mendicutti ha asegurado que se confirma en su intuición de que el novelista "debe abstenerse de intervenir lo más mínimo en la adaptación cinematográfica de sus libros". "Yo tuve la suerte de aprender la lección en carne ajena, por recomendación de algunos autores amigos como Almudena Grandes, que tras participar en el guión de su primera película ya ha escarmentado y es devota de esta actitud abstinente", manifestó Mendicutti con la sonrisa ancha de un cofrade en plena revelación. Para el novelista, en la medida en que el cine europeo no privilegie la figura del guionista a la manera del cine norteamericano, el escritor "será fagocitado por la figura del director". Eduardo Mendicutti, que participó en uno de los cursos de verano de la UNED en Ávila, afirmó que, "digan lo que digan, a la mayoría de los autores les encantaría ver sus libros pasados a la pantalla".-

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