Dole quiere demostrar que su salud es excelente

ANTONIO CAÑO, El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Bob Dole, pasó ayer su 73º cumpleaños en su ciudad natal de Rusell (Kansas) alejado por un in momento de la intensidad de la campaña electoral, pero no ajeno a la polémica levantada por su avanzada edad y sus pobres expectativas de victoria. En un intento de silenciar algunas dudas, Dole ha prometido que, si es elegido, se someterá voluntariamente a revisión por un grupo independiente de médicos para probar su excelente estado de salud.

Al mismo tiempo, coincidiendo con su cumpleaños, el candidato republicano hiz...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

ANTONIO CAÑO, El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Bob Dole, pasó ayer su 73º cumpleaños en su ciudad natal de Rusell (Kansas) alejado por un in momento de la intensidad de la campaña electoral, pero no ajeno a la polémica levantada por su avanzada edad y sus pobres expectativas de victoria. En un intento de silenciar algunas dudas, Dole ha prometido que, si es elegido, se someterá voluntariamente a revisión por un grupo independiente de médicos para probar su excelente estado de salud.

Al mismo tiempo, coincidiendo con su cumpleaños, el candidato republicano hizo públicos ayer los resultados de recientes exámenes médicos que manifiestan que Dole se encuentra en una Forma envidiable para un hombre que ha sufrido heridas de guerra y varias intervenciones quirúrgicas, incluida una para extirparle un cáncer de próstata.

Pero es dudoso que todos esos certificados contribuyan a mejorar su papel en las encuestas. Al contrario, son el recordatorio de que Dole es un hombre viejo y que, de ser elegido, sería el presidente de más edad que tomara posesión en un primer mandato en Estados Unidos. Según una encuesta del diario The New York Times y la cadena CBS, dos terceras partes de los norteamericanos consideran eso un obstáculo para votar por Dole.

. El principal inconveniente de Bob Dole para ser presidente no es, sin embargo, su edad. Los norteamericanos no encontraron, por ejemplo, problemas para votar por otro septuagenari como Ronald Reagan. Son sus ideas y el tono general de su campaña los que hacen ver a Dole como un hombre de otra época.

El candidato republicano ha confesado en varias ocasiones su incompatibilidad con el mundo de los ordenadores y de la alta tecnología, y su acercamiento a la cultura popular se limita a su gusto por el músico Glenn Miller, el actor John Wayne y el beisbolista Lou Gehrig, todos ellos muertos.

Mensaje confuso

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La campaña de Dole para las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre parece, per el momento, igualmente desconectada de las preocupaciones actuales. Atrapado en una oratoria desordenada y en un mensaje confuso, el ex senador no ha conseguido presentar alternativas claras al presidente Bill Clinton sobre ninguno de los asuntos más relevantes: la economía, la seguridad social, la inmigración o el aborto.

Pese a todas las dificultades encontradas este verano por Clinton en relación con los escándalos de Whitewater y de los archivos del FBI, el presidente, que cumplirá 50 años el mes próximo, aventaja a su rival en más de 20 puntos en casi todas las encuestas.

Esa situación no parece mejorar con vistas a la Convención Republicana, que se celebrará el mes próximo en San Diego. Tradicionalmente, los candidatos aprovechan los respectivos congresos de sus partidos para escalar puntos en su popularidad. En esta ocasión, Dole está tratando de organizar una convención de unidad en la que hablará como estrella principal el general Colin Powell, con quien todavía sueña como el ideal candidato a la vicepresidencia.

Pero la fuerte división entre las filas republicanas por el debate sobre el aborto amenaza con convertir esa convención en otro obstáculo para la elección de Dole. La derecha cristiana, que controla gran parte del aparato del partido conservador, ha amenazado con retirar su apoyo a Dole si éste no asume claramente en la Convención Republicana un programa en contra del derecho al aborto.

Bob Dole, que había sugerido pronunciarse contra el aborto a cambio de que se apruebe una declaración de tolerancia para aquellos que estén a favor de ese método, ha aceptado renunciar a esta última declaración por miedo a quedar en minoría frente a los conservadores y, perder su candidatura. Este cambio de actitud le ha hecho ganar la hostilidad del sector moderado del Partido Republicano, muchos de cuyos miembros sugieren públicamente la posibilidad de votar por Bill Clinton. El presidente, mientras tanto, recorre el país recolectando dinero para su campaña y para las de los candidatos demócratas al Congreso, convencido de que sólo un tremendo resbalón por su parte puede privarle de la reelección.

Archivado En