La solitaria voz del partido de Karadzic

La falta de libertad de expresión marca la campaña entre los serbios de Bosnia

ENVIADO ESPECIAL

La campaña electoral ha comenzado en territorio de los serbios de Bosnia, pero viendo la televisión parece que sólo para el partido gobernante de Radovan Karadzic. Los más afortunados entre los dirigentes de los partidos competidores se contentan de momento con hablar con los periodistas extranjeros. Las promesas de las organizaciones internacionales de proveer para comienzos de julio libertad de expresión para todos los grupos, a través de una red de emisoras de radio y televisión operativa en todo el territorio bosnio y gestionada por la Organización para la Segur...

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ENVIADO ESPECIAL

La campaña electoral ha comenzado en territorio de los serbios de Bosnia, pero viendo la televisión parece que sólo para el partido gobernante de Radovan Karadzic. Los más afortunados entre los dirigentes de los partidos competidores se contentan de momento con hablar con los periodistas extranjeros. Las promesas de las organizaciones internacionales de proveer para comienzos de julio libertad de expresión para todos los grupos, a través de una red de emisoras de radio y televisión operativa en todo el territorio bosnio y gestionada por la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), se han quedado de momento en nada.

En Banja Luka nadie ha oído hablar todavía de la emisora de la OSCE, que según la oficina local de la organización encargada de velar por las elecciones del 14 de septiembre "puede escucharse desde hace días en todo el territorio bosnio en la frecuencia de 104.1 megaherzios, transmitiendo desde Sarajevo". "En mi casa no se oye", asegura un veterano periodista de esta ciudad de 250.000 habitantes, la más importante de los serbobosnios. Tampoco donde se aloja este enviado especial, ni en ningún otro lugar donde haya preguntado. De la supuesta red televisiva que iba a suministrar a los electores información neutral no hay ni embrión en esta parte de Bosnia. "Eso compete a la oficina de Carl Bildt [el plenipotenciario de las Naciones Unidas]", alegan en la OSCE. El desentendimiento entre Robert Frowick, el estadounidense a cargo de los comicios, y Bildt ha sido siempre manifiesto.

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A la arena de las elecciones previstas en los acuerdos de Dayton para legitimar a los representantes de musulmanes, serbios y croatas de Bosnia -en el nuevo Estado que integrará a las dos entidades que se reparten el territorio tras casi cuatro años de guerra- se han lanzado en la parte de los-serbios nueve partidos y dos coaliciones. Y Banja Luka, su ciudad más abierta, es el epicentro político. Una de las coaliciones, que ayer se presentó en sociedad, la encabeza el alcalde Predraj Radic, un nacionalista duro expulsado recientemente del gobernante Partido Democrático Serbio (SDS) por demasiado flexible. Su ideario es la mayor soberanía posible para el territorio serbobosnio y su unión en cuanto sea posible con Serbia y Montenegro.

La otra, controlada desde Belgrado por Slobodan Milosevic, está aglutinada en tomo al Partido Socialista, filial serbobosnia. En ella se alinean desde la representación local del partido de la esposa del presidente serbio hasta los socialdemócratas y los liberales. El hombre de Milosevic en Banja Luka, Zivko Radisic, explica el extraño maridaje Con este argumentó: "Hemos encontrado terreno común para enfrentamos al partido de Karadzic; después de las elecciones seremos más específicos". Radisic hace profesión de socialdemocracia y de respeto religioso por los acuerdos de Dayton, pero no quiere oír hablar de llevar a Radovan Karadzic y al general Ratko MIadic ante el Tribunal de La Haya.

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Las reglas electorales establecidas por la OSCE declaran que no puede concurrir a las elecciones ningún partido entre cuyos responsables figure alguien acusado de crímenes de guerra, genocidio o crímenes contra la humanidad. Por eso, tanto las formaciones de Vojislav Seselj, uno de los cabecillas paramilitares serbios que suministraron las tropas de choque para la limpieza étnica, como de Zeljko Raznatovic, alias Arkan, jefe de una banda de 200 pistoleros conocidos como Tigres y el más notorio de los mercenarios que regaron Bosnia con la sangre de inocentes, presentan candidatos en territorio serbobosnio.

Excavaciones en Srebrenica

Ninguno de los dos, con casa en Belgrado, están en las listas de encausados por el tribunal internacional, cuyos expertos comenzaron ayer a excavar el campo, de fútbol de Nova Kasaba, cerca de Srebrenica, que según los datos de los satélites espía estadounidenses podría ser la mayor fosa común de Bosnia y albergar los restos de más de dos mil civiles musulmanes ejecutados por las tropas del general MIadic en julio del año pasado.Es difícil encontrar en Banja Luka un solo cartel electoral de Karadzic como los que proliferan en otras partes del territorio serbio de Bosnia. Pero no sólo se considera ya a su partido, el ultranacionalista SDS, el ganador de los comicios, sino que nadie cree que el proscrito líder serbobosnio, buscado como criminal de guerra y forzado la semana pasada por Estados Unidos a abandonar todos sus cargos públicos tras un acuerdo con Milosevic, haya, renunciado efectivamente al timón del barco, aunque sea desde la sentina. Los dirigentes serbobosmos siguen refiriéndose a él como "presidente".

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