Dolan, el héroe asmático

No hay un asmático más famoso en Estados Unidos que Tom Dolan, plusmarquista mundial de 400 metros estilos y ganador de la primera medalla de oro de los norteamericanos. Detrás de Michael Johnson, nadie ha recibido más atención que Dolan, cuya aventura contra sus dificultades respitarorias y una malformación congénita en el esófago han merecido la atención de las principales publicaciones de su país.Dolan procede de una familia burguesa -su padre tiene un potente bufete en Virginia-, pero pasa por ser un tipo rebelde. Rapero de ley, graba sus propias cintas bajo el nombre MC Mass Confusion...

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No hay un asmático más famoso en Estados Unidos que Tom Dolan, plusmarquista mundial de 400 metros estilos y ganador de la primera medalla de oro de los norteamericanos. Detrás de Michael Johnson, nadie ha recibido más atención que Dolan, cuya aventura contra sus dificultades respitarorias y una malformación congénita en el esófago han merecido la atención de las principales publicaciones de su país.Dolan procede de una familia burguesa -su padre tiene un potente bufete en Virginia-, pero pasa por ser un tipo rebelde. Rapero de ley, graba sus propias cintas bajo el nombre MC Mass Confusion y se le tiene por uno de los protagonistas del cambio de imagen de los nadadores americanos, que hasta ahora parecían sacadas del coro de una iglesia.

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Aunque su historia fuera de las piscinas ha sido escrutada desde todos los ángulos -es novio de la nadadora española Claudia Franco-, el aspecto más singular de Dolan es su calidad como nadador y las tremendas dificultades que encuentra para demostrar su calidad. Su morfología es perfecta para nadar: muy alto -1,98 metros-, delgado, con unos brazos que recuerdan a los del célebre Michael Gross, y unos pies que parecen aletas. Un tipo nacido para batir plusmarcas mundiales, Ya tiene una, en los 400 metros estilos, pero sus carreras son tanto contra el tiempo como contra la adversidad.

A Dolan le asaltan los ataques de asma de forma irregular e incontrolable. A veces durante las carreras, a veces fuera. Siempre está a la espera del enemigo que puede tumbarle. Pocas semanas antes de las pruebas de selección olímpica se desvaneció en cuatro ocasiones. Una vez tuvo que ser trasladado urgentemente a un hospital de Hawai. Su entrenador, Jan Urbanek, ha dado instrucciones a sus compañeros de equipo para que le vigilen durante las pruebas y las interminables sesiones de entrenamiento. Un desmayo en el agua puede resultar fatal.

Sus problemas se acrecientan por el reducido diámetro de su esófago. La estrechez del conducto sólo le permite tomar el 80% del aire de una persona normal. Todos estos inconvenientes físicos le han llevado en ocasiones a aumentar sus pulsaciones de 48 a 100 por minuto en estado de reposo. Recientemente fue sometido a un batería de pruebas para verificar el estado de su corazón. "El nadador olímpico que desafía a la muerte", tituló en portada la revista GQ.

Dolan, que salía como favorito para ganar la final de 400 metros estilos, estuvo agarrotado en su prueba de clasificación, aunque menos que el finlandés Jani Sievinen, uno de los mejores nadadores del mundo. Sievinen no logró la clasificación para la final. Dolan lo hizo con el tercer mejor tiempo. "Generalmente nado mejor por la tarde que por la mañana", dijo. A su lado estaba Claudia Franco, que cumplió ayer 21 años.

En la final volvió a padecer problemas en las vías altas. "No encontraba aire para respirar. Las piernas me ardían. Ha sido un calvario", manifestó. Pero Dolan consiguió la victoria en una carrera apretadísima con su compañero Eric Namesnik, el Poulidor de los 400 estilos. Era la primera medalla de oro de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos. Norteamérica se desayunó con su héroe en todas las portadas de los periódicos, el héroe que gana desde la angustia.

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