Control

A pesar de los años transcurridos desde el advenimiento de la democracia, subsisten sistemas y hábitos de control policial para los ciudadanos en España que posiblemente se justificaban en el antiguo régimen, pero que hoy son inaceptables. Me refiero a la ficha policial que debemos rellenar en los hoteles y que debe ir aparentemente acompañada de original del DNI o pasaporte para su comprobación. Los recepcionistas de los hoteles, por posibles razones de comodidad, fotocopian nuestros documentos de identidad para acompañar la ficha, hecho al que muchos personalmente nos negamos. Entonces el re...

A pesar de los años transcurridos desde el advenimiento de la democracia, subsisten sistemas y hábitos de control policial para los ciudadanos en España que posiblemente se justificaban en el antiguo régimen, pero que hoy son inaceptables. Me refiero a la ficha policial que debemos rellenar en los hoteles y que debe ir aparentemente acompañada de original del DNI o pasaporte para su comprobación. Los recepcionistas de los hoteles, por posibles razones de comodidad, fotocopian nuestros documentos de identidad para acompañar la ficha, hecho al que muchos personalmente nos negamos. Entonces el recepcionista nos anuncia las posibles molestias que la policía puede producirnos al comprobar nuestros datos o nos pide que dejemos el documento original en recepción, hecho al que también me niego.En ningún país de la Comunidad Europea se exige la mínima comprobación de nuestra identidad, que reflejamos en la ficha del hotel, y son países con una eficacia policial superior al nuestro. Tampoco creo que este sistema de control aporte resultados valorables, ya que, como comprobamos, los terroristas no suelen ir a hoteles, y menos identificarse correctamente. Finalmente, yo me pregunto, ¿nuestros políticos que tanto invocan los derechos de los ciudadanos, creen justificable que los españoles y extranjeros que nos visitan, sin motivo alguno ni sospecha de delito, debamos justificar nuestros datos personales hasta esos extremos? Sin contar el riesgo que tenemos del comercio que se genera con la creación de bases de datos personales con este control. Sería deseable que nuestro flamante ministro del Interior se interesase por estos controles, humillantes además de inútiles-