Cartas al director

Cornudos y apaleados

Mal está que nos hagan cornudos; pero, por favor, encima no nos apaleen. El pobre Defensor del Lector se excusa, ante muchas y repetidas peticiones, porque "no tiene competencia ni posibilidad" de dar un espacio "más generoso" a las cartas de los lectores. Pero es que además intenta vendernos la moto de que EL PAÍS se arruinaría admitiendo más cartas (sic), y que este diario dedica a los lectores un "relieve especial y muy superior al de otra prensa, incluso a nivel europeo". Si por relieve quiere decir espacio, le aseguro que ha mirado mal la prensa internacional; e inclu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Mal está que nos hagan cornudos; pero, por favor, encima no nos apaleen. El pobre Defensor del Lector se excusa, ante muchas y repetidas peticiones, porque "no tiene competencia ni posibilidad" de dar un espacio "más generoso" a las cartas de los lectores. Pero es que además intenta vendernos la moto de que EL PAÍS se arruinaría admitiendo más cartas (sic), y que este diario dedica a los lectores un "relieve especial y muy superior al de otra prensa, incluso a nivel europeo". Si por relieve quiere decir espacio, le aseguro que ha mirado mal la prensa internacional; e incluso parte de la nacional, habida cuenta el número de lectores. Por supuesto, hay casos peores; pero la democracia, el respeto a la opinión de los demás, se demuestra con hechos, no con excusas que prueban lo contrario. Encima, añade la broma de sugerir la solución de poner las cartas (sólo) en Internet: ¿por qué no pone él su alegato (sólo) en Internet?-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En