Buenas Noches Rose estrenan furgoneta

Hace un año no eran nada, pero en este tiempo sus vidas han cambiado de manera sustancial. Diversas circunstancias han hecho que muchos artistas que el verano pasado apenas subsistían tocando por los garitos de Madrid hayan superado el escalón que les convierte en grupo de éxito y sean reclamados para mil y una actuación aunque todavía no aparezcan sus nombres en las listas de ventas y popularidad.Los madrileños Buenas Noches Rose son buena prueba de ello. Han sorprendido a propios y extraños con su disco debú y las intensas actuaciones que han dado este curso por los pequeños clubes de la ciu...

Hace un año no eran nada, pero en este tiempo sus vidas han cambiado de manera sustancial. Diversas circunstancias han hecho que muchos artistas que el verano pasado apenas subsistían tocando por los garitos de Madrid hayan superado el escalón que les convierte en grupo de éxito y sean reclamados para mil y una actuación aunque todavía no aparezcan sus nombres en las listas de ventas y popularidad.Los madrileños Buenas Noches Rose son buena prueba de ello. Han sorprendido a propios y extraños con su disco debú y las intensas actuaciones que han dado este curso por los pequeños clubes de la ciudad. El verano pasado andaban metidos en el estudio grabando las canciones de su disco, realizado sin grandes presupuestos por una compañía independiente fundada casi para ellos, y apenas consiguieron tocar en el cámping de la Alameda de Osuna, su barrio, y algún otro garito del centro.

Sabiendo el potencial de canciones que su disco contenía y lo difícil que resultaba que esas canciones, al compás del rock más clásico y contundente y que enganchaban con las inquietudes de su generación -los chavales que rondan la veintena de años-, sonaran por las emisoras convencionales, a su compañía se le ocurrió subirles a un camión con el que tocar en directo por las calles y universidades de Madrid y otras ciudades españolas.

La idea funcionó, y subidos al rosemóvil los cinco miembros de Buenas Noches Rose reafirmaron su conciencia de pertenecer a una generación a la que le toca el turno de tomar las riendas de su propio futuro. Del reconocimiento de los enterados al boca a boca y a la pasión de las fans. Jordi, su cantante, es un animal de escenario, guapo y agresivo, que con sus movimientos pélvicos y sus guiños se lleva de calle al sector femenino con facilidad sin ser, para nada, el típico cantante afectado.

El directo de Buenas Noches Rose es abrasivo. En el Festimad de Móstoles dejaron al personal boquiabierto y ahora los festivales de España se disputan su presencia: los días 3 y 4 de julio serán teloneros de Bryam Adams y Melissa Etheridge, en San Sebastián y Barcelona, y no hay día que no cierren una fecha nueva para llenar su agenda de verano.

Todavía no han ganado mucho dinero, pero sí lo suficiente para haber cambiado en un año sus instrumentos básicos. A sus nuevas guitarras hay que añadir la furgoneta que les ha proporcionado su representante artístico para que sus desplazamientos los efectúen de manera más cómoda. El sello dIscográfico y el representante del grupo dan por bueno cualquier recital, pues, aunque hayan invertido en mejorar el equipo y muchas veces los honorarios del grupo no den ni para cubrir los gastos, "hace falta que Buenas Noches Rose se curta tocando todos los días ante las más variadas audiencias".Algo parecido les pasa a los vigueses Killer Barbies. Desde que su espectacular cantante Silvia Superstar apareció en numerosos programas de televisión promocionando la película con la que ha regresado al cine el realizador Gore Jesús Franco, su teléfono no ha dejado de sonar. Aprovechando que lo punki está de moda, la publicidad se ha servido del tirón de Killer Barbies. Las canciones de estas barbies asesinas suenan en los anuncios de Radical Fruit y la exuberante imagen de su cantante es uno de los reclamos de gente auténtica de los pantalones Pepe Jeans. Las chicas de sus conciertos imitan a Silvia en su forma de vestir y han pasado de audiencias de 300 o 400 personas a aforos de 1.000 a 1.500. Sus muchas actuaciones, su veraneo, van de las fiestas patronales de Burgos al Festival de los Pirineos.

El abanderado del punki Kabezabolo tiene su premio este verano teloneando a Sex Pistols, el grupo que lo inventó. Manolo Kabezabolo se ha hecho famoso por sus rabiosas canciones de insatisfacción, que copian melodías de clásicos del pop, y por el morbo que despierta el hecho de estar internado en un psiquiátrico, del que sale para actuar. Este año, los medios que le atienden tendrán que firmar más autorizaciones que el pasado.Juan Antonio Canta riza el rizo de lo de partir de la nada a alcanzar las máximas cotas de popularidad. El soniquete de "un limón y medio limón" con el que cada noche aparece en televisión es una de las canciones del verano, pero él es un cantante bastante alejado del concepto Giorgie Dann. Los empresarios de toda España le reclaman para sus fiestas patronales en compañía de Las Cítricas, las hermosas mujeres que le ha puesto Pepe Navarro para salir en la tele, pero lo cierto es que este cantautor atípico actúa solo.

Tal es la demanda de Cítricas que Juan Antonio no ha tenido más remedio que buscar entre sus amigas a dos que le hagan el bailecito limonero cuando le toque cantar la famosa pieza. Canta tiene un buen montón de excelentes canciones que valen más que mil limones juntos.