El PP propone autorizar donaciones anónimas de 900 millones a los partidos

El Gobierno pretende regular de manera inmediata la financiación de los partidos políticos abriendo la posibilidad de que empresas y particulares aporten dinero sin que tengan que dar cuenta de su identidad. El carácter anónimo de las donaciones será el punto que centrará la oposición de PSOE e IU a la proposición de ley del PP que ayer entró en el Congreso. Según cálculos socialistas, los partidos podrá beneficiarse cada uno de 900 millones de pesetas anuales sin que nadie sepa de dónde vienen.

El secretario de relaciones políticas e institucionales del PSOE, Txiki Benegas, afirma que ...

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El Gobierno pretende regular de manera inmediata la financiación de los partidos políticos abriendo la posibilidad de que empresas y particulares aporten dinero sin que tengan que dar cuenta de su identidad. El carácter anónimo de las donaciones será el punto que centrará la oposición de PSOE e IU a la proposición de ley del PP que ayer entró en el Congreso. Según cálculos socialistas, los partidos podrá beneficiarse cada uno de 900 millones de pesetas anuales sin que nadie sepa de dónde vienen.

El secretario de relaciones políticas e institucionales del PSOE, Txiki Benegas, afirma que el vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, ha incumplido un acuerdo verbal entre ambos para suprimir el carácter anónimo de las donaciones.Para sacar adelante el nuevo modelo de financiación, el PP contará con el apoyo previsible de los nacionalistas, en tanto que el PSOE, Izquierda Unida y parte del Grupo Mixto, sobre todo el Bloque Nacionalista Galego, se opondrán. La discrepancia estará sobre todo en las donaciones. La proposición de ley que ayer presentó el diputado del Grupo Popular, Jaime Ignacio del Burgo, se diferencia de la presentada hace dos semanas por los socialistas Txiki Benegas y Francisco Fernández Marugán en lo que se refiere a la financiación pública y privada.

Sobre el papel, el PSOE se opone a que las empresas puedan dar dinero a los partidos y deja las donaciones exclusivamente para los particulares, siempre que revelen su identidad para desgravar fiscalmente, al igual que ya lo hacen los afiliados a los sindicatos y otras organizaciones.

Fernández Marugán calificó de "barbaridad" el punto 3 del artículo 4º de la proposición de ley del PP. "Las aportaciones anónimas recibidas por cada partido no podrán superar en un ejercicio económico anual el 10% de la cantidad asignada en los Presupuestos Generales del Estado en dicho ejercicio para atender la subvención pública a los partidos". Traducido en números, esto quiere decir que cada uno de los partidos podrán recibir anónimamente hasta 900 millones, el 10% de los 9.000 millones que reciben anualmente todas las fuerzas políticas del Estado.

Renuncia del PSOE

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Benegas dijo a este periódico que, con este texto, Álvarez Cascos incumple el acuerdo verbal, fruto de muchas conversaciones en la anterior legislatura y en la actual, según el cual si el PP renunciase al carácter anónimo de las donaciones, el PSOE podría replantearse su rechazo a que las empresas den dinero a los partidos.

Fernández Márugán señaló que no se puede estar asaeteando al PSOE por su presunta financiación irregular, en tanto que se quiere legislar una norma que permitiría irregularidades, por entender que estas donaciones anónimas se nutrirían fundamentalmente de dinero negro. "No se puede estar en el campanario y en la procesión, diciendo que lo de los demás es un escándalo y luego actuar de manera opaca", dijo.

A partir de septiembre, tanto la proposición de ley del PP que será enmendada por CiU como la del PSOE, serán tomadas en consideración para después, en los trámites de ponencia y comisión, intentar llegar entre todas las fuerzas a un acuerdo que hoy resulta casi imposible.

También CiU presentó ayer, por medio de su portavoz, Joaquim Molins, una proposición de ley sobre la financiación de los partidos. Los nacionalistas catalanes parten de la insuficiente ayuda del Estado a los partidos y propugnan la aplicación de deducciones fiscales para quienes aporten donativos o cuotas. Con el fin de impedir que nadie se haga con el control financiero de un partido, CiU propone que la aportación máxima no pueda superar el 15% del presupuesto de la formación.

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