Netanyahu dice no

Israel reaccionó ayer con dureza a las conclusiones de la cumbre árabe. El jefe del Gobierno, Benjamín Netanyahu, calificó de "incompatibles" con la paz en Oriente Próximo algunas de las resoluciones aprobadas en El Cairo. "El proceso de paz debe proseguir sin condiciones previas. Las negociaciones deben tener en cuenta la seguridad de todos los pueblos de la región", afirmó Netanyahu."Varias resoluciones de la cumbre" son graves, aseguró, por su parte, el titular de Exteriores, David Levy, "porque constituyen precondiciones que pueden impedir toda negociación seria de paz". Aunque sin decirlo...

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Israel reaccionó ayer con dureza a las conclusiones de la cumbre árabe. El jefe del Gobierno, Benjamín Netanyahu, calificó de "incompatibles" con la paz en Oriente Próximo algunas de las resoluciones aprobadas en El Cairo. "El proceso de paz debe proseguir sin condiciones previas. Las negociaciones deben tener en cuenta la seguridad de todos los pueblos de la región", afirmó Netanyahu."Varias resoluciones de la cumbre" son graves, aseguró, por su parte, el titular de Exteriores, David Levy, "porque constituyen precondiciones que pueden impedir toda negociación seria de paz". Aunque sin decirlo claramente, hay pocas dudas de que se refería a la exigencia de una retirada de todos los territorios árabes y palestinos ocupados desde 1967, comprendido Jerusalén Este, que se convertiría en la capital del Estado palestino independiente.

Diversos analistas hacen notar que las declaraciones de Mubarak y el rey Hussein son mucho más conciliatorias que el documento final de la cumbre. Señalan, además, que en El Cairo no se ha adoptado ninguna resolución que critique o suponga alguna reserva al nuevo Gobierno de Israel y que, en el fondo, los árabes esperan a ver cuál será la política de Netanyahu.

Frente a un Israel fuerte, añaden estos mismos medios, más fuerte incluso que nunca, militar y económicamente, el mundo árabe, dividido y debilitado, ha encontrado refugio en una solidaridad verbal que no hace sino repetir las posiciones tradicionales.

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