El presidente socialista de Navarra dimite tras haber ocultado una cuenta en Suiza
El caso Roldán y sus derivaciones siguen golpeando con fuerza al PSOE. Javier Otano, presidente de Navarra, dimitió ayer de todos sus cargos tras descubrirse que una juez de Pamplona le estaba investigando por ser el titular de una cuenta bancaria domiciliada en una entidad suiza. Esta cuenta parece estar relacionada con la trama de navarra del caso Roldán, que llevó a prisión al también ex presidente socialista Gabriel Urralburu y a su ex consejero de Obras Públicas Antonio Aragón por presunto cobro de comisiones ilegales. Otano admitió ayer que, a petición de Urralburu, aportó su firma en 19...
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El caso Roldán y sus derivaciones siguen golpeando con fuerza al PSOE. Javier Otano, presidente de Navarra, dimitió ayer de todos sus cargos tras descubrirse que una juez de Pamplona le estaba investigando por ser el titular de una cuenta bancaria domiciliada en una entidad suiza. Esta cuenta parece estar relacionada con la trama de navarra del caso Roldán, que llevó a prisión al también ex presidente socialista Gabriel Urralburu y a su ex consejero de Obras Públicas Antonio Aragón por presunto cobro de comisiones ilegales. Otano admitió ayer que, a petición de Urralburu, aportó su firma en 1991 a esa cuenta bancaria, "en la que había dinero reservado para el caso de que el partido pudiera tener en un futuro alguna necesidad potencial o extraordinaria". Otano dejó dejó ayer mismo sus cargos de presidente del Gobierno tripartito navarro, de parlamentario foral y de secretario general del Partido Socialista de Navarra. Renunció también a su militancia socialista. Otano admitió la existencia de la cuenta, de la que era titular desde 1991, aunque añadió que nunca ha sabido nada acerca de los fondos de la misma y que jamás los ha utilizado para su patrimonio personal o disfrute privado.
La noticia fue un mazazo para el PSOE. "Hasta dónde va a llegar la estela del caso Roldán", se preguntaba en Madrid un dirigente del partido. Otano hizo pública su dimisión tras una larga reunión con su Gobierno y mantener una conversación telefónica con Felipe González. "Nadie en esas condiciones puede ser militante socialista", manifestó el secretario de organización del PSOE, Cipriá Ciscar. Páginas 15 y 16 Editorial en la página 12