Dos hombres intentan quemar a un empresario por pedirles la factura

Al gerente del concesionario de coches de la calle del Cobre (Arganzuela) le costó caro exigir la factura de la instalación de un aparato de aire acondicionado. Dos hombres, uno hijo del instalador, intentaron el miércoles quemar al directivo cuando se negó a pagar sin el correspondiente recibo. A falta de factura, la pareja utilizó gasolina y un mechero para cobrar. Ambos rociaron al empresario con el combustible. Pero éste escapó cuando iban a lanzarle el encendedor. La policía ya ha detenido a uno de los implicados, bajo la acusación de tentativa de homicidio.La víctima compró un aparato de...

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Al gerente del concesionario de coches de la calle del Cobre (Arganzuela) le costó caro exigir la factura de la instalación de un aparato de aire acondicionado. Dos hombres, uno hijo del instalador, intentaron el miércoles quemar al directivo cuando se negó a pagar sin el correspondiente recibo. A falta de factura, la pareja utilizó gasolina y un mechero para cobrar. Ambos rociaron al empresario con el combustible. Pero éste escapó cuando iban a lanzarle el encendedor. La policía ya ha detenido a uno de los implicados, bajo la acusación de tentativa de homicidio.La víctima compró un aparato de aire acondicionado en una tienda de Arganzuela. Con la ayuda del establecimiento contrató a un hombre para su instalación. Este le anunció que le cobraría 20.000 pesetas. El operario aseguró que tardaría cuatro horas. Sin embargo, empleó dos días. El sábado acabó el trabajo y quedó en cobrar a los dos días las 40.000 pesetas de la obra. El lunes se presentó en el negocio del empresario. "Le dije que me trajese el recibo si quería cobrar, porque así es como se realizan estas tareas", explicó ayer el gerente a este périódico.

El miércoles se presentaron en el concesionario el hijo del instalador y un amigo. "Uno tenía un aspecto aterrador", relató el empresario. En tono amenazador dijeron: "Venimos a cobrar con o sin factura". Uno de los agresores le empezó a empapar con gasolina. El gerente escapó mientras el mismo sujeto accionaba el encendedor. Varios empleados acudieron a auxiliar al directivo. Los agresores huyeron. Varios testigos retuvieron el número de la matrícula del Opel Kadett que utilizaron en la huida. "Si no escapo a tiempo, me hubieran quemado vivo", dijo el empresario.

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