Francia propone a los países de la UE que extraditen siempre a los acusados de pertenecer a banda armada

La reciente visita de José María Aznar a París se tradujo ayer en un primer éxito de la política antiterrorista que quiere impulsar el nuevo Gobierno: Francia presentó a la Unión Europea una propuesta para que cada Estado miembro elija entre renunciar a la cláusula de doble incriminación (la facultad de negar una extradición por un delito que no existe en el país propio) o, de mantenerla, considerar necesariamente como un delito la pertenencia a banda armada. Se trata, en definitiva, de que un país nunca pueda negar a otro la extradición de un detenido acusado de pertenecer a banda armada.
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La reciente visita de José María Aznar a París se tradujo ayer en un primer éxito de la política antiterrorista que quiere impulsar el nuevo Gobierno: Francia presentó a la Unión Europea una propuesta para que cada Estado miembro elija entre renunciar a la cláusula de doble incriminación (la facultad de negar una extradición por un delito que no existe en el país propio) o, de mantenerla, considerar necesariamente como un delito la pertenencia a banda armada. Se trata, en definitiva, de que un país nunca pueda negar a otro la extradición de un detenido acusado de pertenecer a banda armada.

La presentación de esta propuesta francesa es fruto de la entrevista mantenida el pasado sábado por el presidente del Gobierno español, José María Aznar, y el de la República Francesa, Jacques Chirac, en París.Una muestra de que ese encuentro es uno de los motivos clave de la actitud de Francia en el Consejo de Ministros Europeos de Justicia e Interior, ayer en Luxemburgo, es que planteó en primera instancia una proposición muy diluida. El rechazo que causó en la delegación española, encabezada por la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, obligó a su homólogo francés, Jacques Toubon, a efectuar consultas con París. Chirac se mantuvo firme y le obligó a dar satisfacción a la parte española.

Francia acabó presentando en el Consejo la opción que deja al libre albedrío de cada país la posibilidad de acogerse a una de las dos fórmulas: o renunciar al derecho a denegar extradiciones aduciendo que el delito por el que se reclama a un fugitivo no existe en el país en el que se ha refugiado o, si no, reconocer que la pertenencia a banda armada es un delito y, por lo tanto, se ha de extraditar a quien esté acusado de ella.

Los Quince no reaccionaron ayer a la pretensión francesa y prefieren que sea estudiada antes con cautela por los expertos jurídicos de cada país. Para España tiene particular interés no sólo la posición de Francia, sino también la de Bélgica. En este país pueden encontrar asilo político dos presuntos colaboradores de ETA, Luis Moreno Ramajo y Raquel García Arranz, a los que la Justicia belga se ha negado, por el momento, a extraditar a España alegando que el delito del que son acusados, el de colaboración con banda armada, no está tipificado en su legislación.

El ministro del Interior, Jaime Mayor, que asistió también al Consejo, se entrevistó el lunes, en París, con su colega francés, Jean Louis Debré, con quien se ha visto ya dos veces desde que tuvo acceso a esa cartera ministerial. Una asiduidad que identificó con la gran fluidez de las relaciones hispano-francesas en los temas relativos al terrorismo [su predecesor en el cargo, el socialista Juan Alberto Belloch, manifestó ayer en Onda Cero que, "sinceramente", no cree que Francia esté colaborando más en materia antiterrorista desde que el Partido Popular está en el Ejecutivo].

Antes de desplazarse ayer a Luxemburgo en compañía de Debré, informa Octavi Martí, Mayor declaró que, "si no tienen causas pendientes con la Justicia, los etarras deportados pueden instalarse no sólo en el País Vasco francés, sino también en el español. "Si las tienen, corresponde a las autoridades francesas o españolas hacerse cargo de ellos".

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Éste es el punto de vista oficial ante el nuevo "frente de lucha que intenta abrir ETA, el de la propaganda". Según Mayor, toda la campaña de los terronistas vascos es un puro "fuego de artificio" que se apoya en "la farsa jurídico-político-social que gira en su entorno".

El plan a gran escala de ETA, se extendió Mayor, pasa por el retorno de los deportados, la manifestación del sábado pasado en Bruselas, las reclamaciones ante el Tribunal de Derechos Humanos en Ginebra y su petición de que la fundación a la que da nombre Jimmy Carter, ex presidente de Estados Unidos, medie entre ella y el Gobierno español para intentar acabar con el conflicto. Esta sociedad ya ha mediado en otros, como el del Ulster, pero Mayor afirmó que el del Ulster y el del País Vasco no son casos comparables.

"A mí lo que me interesa", recalcó Mayor, "es localizar a la cúpula de la organización, saber quién se ocupa de los comandos liberados y quién de los legales. Lo que hay que hacer es mejorar la coordinación entre las policías de los dos países. Para ello es capital reforzar la figura del coordinador".

Aunque Mayor no quiso ha cer precisiones sobre el alcance de los acuerdos firmados con Debré -"una de las maneras de ser más eficaces es ser más discretos matizó este periódico ha podido saber que Francia aumentará su número de agentes dedicados a la lucha contra ETA y dará más facilidades a la policía española para desarrollar tareas de información sobre este grupo terrorista en territorio francés.

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