FESTEJOS

El primer encierro de San Fernando sobresale en seguridad

San Fernando de Henares (29.000 habitantes) se convirtió ayer en la primera ciudad de la región que aplica la esencia del futuro reglamento sobre encierros que aún diseña la Comunidad. Su Ayuntamiento, gobernado por IU, apostó por "la seguridad" de los corredores en el primero de los tres encierros de sus fiestas.El espectáculo de ayer, que congregó a unas 2.000 personas, se desarrolló al estilo pamplonica. Los novillos salieron del toril con retraso pero, eso sí, todos a la vez y bajo la guía de los cabestros, como en San Fermín, y el ojo avizor de 10 dobladores.

Y fuera de las vallas,...

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San Fernando de Henares (29.000 habitantes) se convirtió ayer en la primera ciudad de la región que aplica la esencia del futuro reglamento sobre encierros que aún diseña la Comunidad. Su Ayuntamiento, gobernado por IU, apostó por "la seguridad" de los corredores en el primero de los tres encierros de sus fiestas.El espectáculo de ayer, que congregó a unas 2.000 personas, se desarrolló al estilo pamplonica. Los novillos salieron del toril con retraso pero, eso sí, todos a la vez y bajo la guía de los cabestros, como en San Fermín, y el ojo avizor de 10 dobladores.

Y fuera de las vallas, cuatro ambulancias y un quirófano móvil. Se acabaron, pues, en San Fernando los largos y temerarios encierros de antaño, cuando las reses se soltaban de una en una y detrás una espesa bulla humana.

Las tres muertes registradas el año pasado en los encierros de Leganés, Parla y Loeches aceleraron el reglamento. Los astados, que estrenaron recorrido (un trazado, de 300 metros acotado con talanqueras verticales) emplearon poco más de dos minutos en llegar al chiquero. No hubo ningún herido digno de mención. Las limitaciones del encierro depararon más opiniones favorables que contrarias; casi todas las disconformes, de jóvenes. El encierro también deparó alguna crítica extrataurina, como la de Pedro López, residente en Las Coronas: "El Ayuntamiento ha colocado aquí este año los encierros sin ni siquiera pedirnos parecer". En pueblos de arraigada tradición taurina, como San Fernando, la normativa permite soltar a los astados, guiados por cabestros y dobladores, de uno en uno. Pero la alcaldesa, Montserrat Muñoz de Diego, ha desechado este año esa opción en favor de "la seguridad". "Se ajusta en todo al borrador sobre encierros", comentó Muñoz. El municipio ha suscrito tres seguros (uno para incendios, otro para accidentes, ambos con primas de cinco millones, y un tercero de responsabilidad civil).

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