"No respetaremos todo lo firmado sobre Jerusalén"

Un extraño corredor, cuyos muros se decoran con anuncios de películas de cine, conduce al despacho de Benjamín Netanyahu, de 46 años, en el centro de rodaje de Névé Ilan, donde se hallan los estudios del Likud. Un gran cartel de la película Príncipe o rana cuelga junto a la entrada."¿Quién va a ganar estas elecciones, el príncipe o la rana? le preguntamos. "Yo voy a ganar", afirma el candidato del Likud. "Si antes podía tener alguna duda, ha desaparecido tras el debate televisado" con Simón Peres del domingo. Siete horas después del debate, Netanyahu está convencido de su victoria. Sus ...

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Un extraño corredor, cuyos muros se decoran con anuncios de películas de cine, conduce al despacho de Benjamín Netanyahu, de 46 años, en el centro de rodaje de Névé Ilan, donde se hallan los estudios del Likud. Un gran cartel de la película Príncipe o rana cuelga junto a la entrada."¿Quién va a ganar estas elecciones, el príncipe o la rana? le preguntamos. "Yo voy a ganar", afirma el candidato del Likud. "Si antes podía tener alguna duda, ha desaparecido tras el debate televisado" con Simón Peres del domingo. Siete horas después del debate, Netanyahu está convencido de su victoria. Sus gestos y, sus palabras transmiten la impresión de que verdaderamente lo cree así.

Pregunta. ¿Sería legítimo formar una coalición de partidos políticos para impedir la formación de un Gobierno laborista?

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Respuesta. Por supuesto que es una medida legítima. El deber de la oposición es el de impedir la formación de un Gobierno pero, en las circunstancias actuales, no sería una medida práctica. Quien sea elegido primer ministro deberá formar un Gobierno. Si yo soy elegido, tardaré poco tiempo en hacerlo.

P. Usted no ha excluido un Gobierno de unidad nacional. ¿Estaría dispuesto a reservar carteras ministeriales para los laboristas?

R. Sí. Si soy primer ministro, invitaré inmediatamente a nuestros socios naturales del entorno nacional y religioso. Después, llamaría a Peres y a su entorno a unirse a mi Gobierno con la condición de que aceptaran nuestros principios políticos.

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P. ¿Incluye al partido Moledet [que defiende el traslado de los árabes] entre sus socios naturales?

R. Si acepta nuestros principios, sí. Tengo serios problemas con la plataforma de este partido. El traslado de los árabes es tan negativo como el de los judíos.

P. Dirigentes árabes piden una nueva reunión de la Conferencia de Madrid. ¿Qué opina al respecto?

R. No se irá necesariamente a Madrid. El procedimiento negociador con Siria lleva a una capitulación o a una parálisis. No deseo ni lo uno ni lo otro. En una nueva reunión, yo propondría una serie de medidas para avanzar sin permitir que nos bloqueen los puntos en que estamos en desacuerdo.

P. Eso parece un regreso al futuro. Hoy nos hallamos en una etapa mucho más avanzada.

R. Por ahora todo está bloqueado. Estábamos más cerca de un acuerdo con los sirios hace cuatro años. Desde la reunión de Madrid han puesto sus exigencias por las nubes. Antes, Damasco nunca había hablado de zonas desmilitarizadas en la región de Galilea.

P. ¿Está dispuesto a asegurar que no evacuará las colonias del Golán?

R. No se evacuarán las colonias y no habrá compromiso territorial. Siria todavía no ha comprendido que Israel no se puede retirar del Golán. A diferencia de Peres, yo no tiemblo ante una negativa árabe. Yo he adquirido una experiencia positiva con los árabes. Creo que sirios, jordanos y palestinos estarán dispuestos a negociar conmigo.

P. Incluso a sus partidarios más incondicionales les es difícil aceptar su lema Paz con el Golán.

R. Mientras haya un régimen dictatorial en Siria será imposible vivir en paz sin mantener el Golán y el Monte Hermon. Puedes recibir un trozo de papel que recoja una paz oficial y quedarte sin el contenido. Por el contrario, se puede avanzar en una serie de acuerdos en el terreno de la seguridad regional y de la lucha contra el terrorismo prometiendo a Siria borrarla de la lista de países que apoyan a los terroristas.

P. El lema Paz con el Golán no es realista.

R. Yo no digo que sea factible. No digo que mañana vaya a ir a Damasco para abrazar al presidente Hafez el Asad. Cuando hablo con los dirigentes árabes, en secreto, no me hago ilusiones porque les digo lo que es posible para nosotros.

P. Usted ha centrado su campana electoral en tomo a Jerusalén. En 1995, el Gobierno ha votado en contra de futuras expropiaciones de tierras. ¿Va a cambiar esta decisión?

R. Inmediatamente. Sin duda.

P. Hace un año usted defendía la oración de los judíos en el monte del Templo [donde se encuentran las mezquitas de Omar y Al Aqsa], en contra de la política de todos los Gobiernos israelíes.

R. Hay que distinguir entre el deseo y las circunstancias de un momento dado. Es mi deseo ver a los judíos rezar en el monte del Templo, pero eso no quiere decir que sea factible.

P. ¿Negociará usted el estatuto de Jerusalén con los palestinos?

R. No, no está en nuestro programa. No respetaremos todo lo firmado sobre Jerusalén.

P. ¿Tiene la intención de proseguir con la aplicación del acuerdo de Oslo?

R. Miro hacia adelante. Todo lo que se ha aplicado permanecerá sobre el terreno. Vamos a proponer una autonomía generosa a los palestinos sin poderes en política exterior o de seguridad.

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