Cartas al director

Un hombre solidario

El pasado 2 de mayo un raro ejemplo de solidaridad en estos días , vino a ocupar los sucesos de su periódico: Miloud, un joven argelino, perdía una pierna y un ojo al ser atropellado por un tren en Madrid, tras ser empujado a las vías, cuando intentaba defender a una joven española de las tropelías y abusos de un degenerado.Me duele pensar en el futuro de este muchacho que ha pagado su hermosa acción de una manera tan brutal; hipotecado de por vida en un país cada día más insolidario y racista ante el colectivo de árabes que él representa. Se imaginan su salida. del hospital si es que al fin c...

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El pasado 2 de mayo un raro ejemplo de solidaridad en estos días , vino a ocupar los sucesos de su periódico: Miloud, un joven argelino, perdía una pierna y un ojo al ser atropellado por un tren en Madrid, tras ser empujado a las vías, cuando intentaba defender a una joven española de las tropelías y abusos de un degenerado.Me duele pensar en el futuro de este muchacho que ha pagado su hermosa acción de una manera tan brutal; hipotecado de por vida en un país cada día más insolidario y racista ante el colectivo de árabes que él representa. Se imaginan su salida. del hospital si es que al fin consigue recuperarse. Además de las secuelas físicas, deberá afrontar la enorme depresión de verse discapacitado en un medio en el que, aun siendo capaz, su mayor logro era aliviar el hambre diaria. Si logra una estancia totalmente gratuita, eludiendo facturas de atenciones médicas y hospitalarias, quién le costeará esa prótesis que le disimule su cruel realidad, ese psicólogo que le ayude a readaptarse o, más duro todavía, ese sueldo que no volverá a ganar.

Una acción tan bonita y a la vez tan triste, no debería ser por justicia de tan mal final para su protagonista. Me gustaría que a través de su periódico, se pudiera abrir una suscripción de ayuda para ese héroe anónimo tan injustamente tratado por el destino.-

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