RELIGIÓN

Juan Pablo II beatifica a dos monjas guipuzcoana Hijas de Jesús

Dos monjas guipuzcoanas, Juana Josefa Cipitria y Barriola, fundadora de las llamadas jesuitinas, y María Antonia Bandrés y Elósegui, virgen de la misma orden citada, fueron beatificadas ayer por Juan Pablo Il en la plaza de San Pedro. Junto a ellas, subieron a los altares tres nuevos beatos y una beata, todos ellos italianos, entre los que destaca Alfredo lldefonso Schuster, que fue obispo de Milán desde 1929 hasta 1954, y, por tanto, durante casi todo el periodo fascista. Schuster llegó a denunciar las leyes racistas que aprobó Benito Mussolini en 1938.Asistieron a la ceremonia unos 50.000 pe...

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Dos monjas guipuzcoanas, Juana Josefa Cipitria y Barriola, fundadora de las llamadas jesuitinas, y María Antonia Bandrés y Elósegui, virgen de la misma orden citada, fueron beatificadas ayer por Juan Pablo Il en la plaza de San Pedro. Junto a ellas, subieron a los altares tres nuevos beatos y una beata, todos ellos italianos, entre los que destaca Alfredo lldefonso Schuster, que fue obispo de Milán desde 1929 hasta 1954, y, por tanto, durante casi todo el periodo fascista. Schuster llegó a denunciar las leyes racistas que aprobó Benito Mussolini en 1938.Asistieron a la ceremonia unos 50.000 peregrinos. La delegación oficial española, presidida por el embajador ante la Santa Sede, Pedro López de Aguirrebengoa, incluyó al director general de Asuntos Religiosos, Víctor Urrutia; a Román Sodupe, diputado general de Guipúzcoa, y a la consejera de Cultura del Gobierno Vasco, Carmen Garmendia. También estuvieron presentes algunos alcaldes guipuzcoanos y varios obispos españoles, entre ellos el de San Sebastián, José María Setién, que concelebró la misa con el Papa.

Setién no asistió al almuerzo oficial que la Embajada ante la Santa Sede ofreció a las personalidades españolas desplazadas a Roma, como es habitual cuando se celebran estas ceremoniás.Juana Josefa Cipitria y Barrióla, que adoptó el nombre de Juana Josefa Cándida María de Jesús como religiosa, nació en un caserío de Andoain el 31 de mayo de 1845.

El Papa León XIII aprobó el 18 de septiembre de 1902 la Congregación de las Hijas de Jesús, que la nueva beata, fallecida en 1912 en Salamanca, fundó en colaboración con el jesuita padre Herranz.Marí a Antonia Baildrés y Elósegui nació en Tolosa en 1989, en el seno de una familia acomodada, y murió en Salamanca en 1919, tras dedicar a los pobres su vida de monja jesuitina.

Las religiosas jesuitinas centraron su actividad en la educación e instrucción de jóvenes por lo que una de sus principales obras fue la fundación de colegios.

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