La chica golpeada por 15 niños fue intimidada por presentar denuncia

Colmenar Viejo La chica de 13 años golpeada en Colmenar Viejo (30.000 habitantes) por una pandilla de 15 niños y niñas de su edad recibió hace cuatro días una visita imprevista. A la salida del colegio la esperaban varios de sus presuntos agresores, quienes se acercaron a ella con una velada ad vertencia. "Has puesto una denuncia en la Guardia Civil, ¿no?", le preguntaron en tono intimidatorio. Después, según el relato de la madre de la agredida, le dijeron que la cabecilla de la pandilla, la misma que la había amenazado por ser "muy pijita", lo estaba pasando muy mal y que lloraba mucho.
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Colmenar Viejo La chica de 13 años golpeada en Colmenar Viejo (30.000 habitantes) por una pandilla de 15 niños y niñas de su edad recibió hace cuatro días una visita imprevista. A la salida del colegio la esperaban varios de sus presuntos agresores, quienes se acercaron a ella con una velada ad vertencia. "Has puesto una denuncia en la Guardia Civil, ¿no?", le preguntaron en tono intimidatorio. Después, según el relato de la madre de la agredida, le dijeron que la cabecilla de la pandilla, la misma que la había amenazado por ser "muy pijita", lo estaba pasando muy mal y que lloraba mucho.

Tras este encuentro, la pequeña víctima, que ya se había recuperado de sus heridas, no ha vuelto a cruzar palabra con los niños que la agredieron.Los hechos denunciados se remontan a las 19.15 del 1 de mayo, cuando la menor pasea ba en bicicleta con su hermano pequeño por la calle de Mariano Prados, junto al parque de os Derechos Humanos (véase EL PMS de ayer). De repente, a pequeña se vio rodeada por una pandilla de 15 niños y niñas de su edad que la obligaron a bajar de la bici y comenzaron a propinarle patadas y puñetazos. Entre ellos estaba la cabecilla del grupo, la misma que la había amenazado semanas antes "porque era muy chulita y muy pijita".

La pequeña, que sufrió lesiones en un ojo, en los brazos y en las piernas, fue rescatada por un joven que, al advertir los hechos, paró su coche y salió en su defensa.

A pesar de que el Ayuntamiento asegura que este caso es un hecho aislado, el incidente ha destapado otros actos de violencia juvenil en la localidad. A principios del curso escolar, un grupo de cinco o seis jóvenes, que se reunían a las puertas del instituto de la calle de Huertas, propinó una paliza a un alumno del centro acogido a un plan especial de integración. "Eran mayores de edad porque venían con coche y se apostaban fuera del recinto como esperando a algún amigo", dijo el segundo jefe de estudios del instituto, Javier Saucio, quien recordó que nadie interpuso denuncia y que el chaval fue curado en el centro.

Más incidentes

Tras ese incidente, el jefe de esudios recordó otro ocurrido este invierno. "El Día de la Paz celebramos una fiesta en el patio y vimos a una pandilla de óvenes fuera del recinto; les invitamos a participar con nosotros, pero empezaron a comortarse mal; entonces les invitamos a que se ftieran", afirmó Saucio. Una vez en la calle, los jóvenes arrojaron una piedra contra el tejado de las instalaciones educativas. Una llamada a la Policía Municipal les convenció para desaparecer.

Estos altercados no han sembrado, aparentemente, la inquietud entre los alumnos. "La gente no está nerviosa ni intranquila; es cierto que hubo esos problemas, pero, desde que la policía ha empezado a venir más por aquí, no ha pasado nada más", decían ayer varios estudiantes del instituto. Algunos de los profesores negaban cualquier tensión especial entre los alumnos. Con todo, la Policía Municipal ha aumentado desde hace varias semanas la frecuencia de sus rondas por el centro.

Por su parte, el alcalde de Colmenar Viejo, José María de Federico, lamentó ayer el caso de la menor agredida y conminó a las fuerzas de seguridad y a los jueces para que actúen con más contundencia. "Son menores y, por tanto, no se les puede detener, pero ahí está la responsabilidad de las fuerzas de seguridad y de los magistrados para conseguir que esto no se repita".

El alcalde aventuró una conexión entre los chavales que agredieron a la menor y los causantes de destrozos en algunos colegios públicos de la localidad. "Están relativamente identificados y es muy posible que los que han entrado en algunos colegios y han roto puertas y ventanas sean algunos de los que pegaron a esta niña", dijo De Federico.