Evolución del PP

Es cuando menos chocante el drástico cambio que los ahora muy tolerantes dirigentes del Partido Popular nos están ofreciendo, tanto en materia autonómica como en concepción del Estado.Las propuestas que se nos presentan nada tienen que ver con las que aparecen en su programa electoral ni con ninguna declaración o promesa de algunos de sus mandatarios. Para muchos, ésta es una postura lógica: por el bien de España y en aras de su gobernabilidad, se debe negociar y ceder. En cambio, otros opinan que, por el afán de gobernar que tienen en la calle de Génova, se están apartando peligrosamente de l...

Es cuando menos chocante el drástico cambio que los ahora muy tolerantes dirigentes del Partido Popular nos están ofreciendo, tanto en materia autonómica como en concepción del Estado.Las propuestas que se nos presentan nada tienen que ver con las que aparecen en su programa electoral ni con ninguna declaración o promesa de algunos de sus mandatarios. Para muchos, ésta es una postura lógica: por el bien de España y en aras de su gobernabilidad, se debe negociar y ceder. En cambio, otros opinan que, por el afán de gobernar que tienen en la calle de Génova, se están apartando peligrosamente de la voluntad de sus votantes.

Me imagino que, como en la mayoría de las ocasiones, la razón debe encontrarse en el punto intermedio. Ya llegará más adelante el momento de valorar los pactos que ahora se alcancen. Sin embargo, debe de ser difícil para los votantes del Partido Popular, y no me refiero a los que, desencantados o hastiados del socialismo, decidieron cambiar de opción, sino a aquellos que constituyen la base de la derecha española, aquellos que la pasada noche electoral gritaban el ya célebre "Pujol, enano, habla castellano", entender o asimilar ciertas actitudes, y es que, por ejemplo, debe de ser muy duro escuchar a Fraga (ex ministro franquista) hablar de federalismo.-