Fotonoticia:

El cinturón de la miseria, al descubierto

El último tramo abierto de la M-40, el que transcurre entre la carretera de Colmenar Viejo y la de El Pardo, ha dejado a la vista de los cerca de 40.000 automovilistas que lo utilizan a diario dos poblados de realojamiento y uno de chabolas hasta ahora apartados de la vista de los ciudadanos. El cinturón de guetos (poblados gitanos de realojamiento alejados del núcleo urbano) que rodea Madrid, una decena, se ha ido ubicando en las zonas más apartadas. Pero las vistas del nuevo tramo de M-40 permiten observar la vida cotidiana en los 83 adosados de La Quinta del Pardo; en el campamento provisio...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El último tramo abierto de la M-40, el que transcurre entre la carretera de Colmenar Viejo y la de El Pardo, ha dejado a la vista de los cerca de 40.000 automovilistas que lo utilizan a diario dos poblados de realojamiento y uno de chabolas hasta ahora apartados de la vista de los ciudadanos. El cinturón de guetos (poblados gitanos de realojamiento alejados del núcleo urbano) que rodea Madrid, una decena, se ha ido ubicando en las zonas más apartadas. Pero las vistas del nuevo tramo de M-40 permiten observar la vida cotidiana en los 83 adosados de La Quinta del Pardo; en el campamento provisional del cerro de las Liebres, con 76 sanquis (viviendas prefabricadas), y la del poblado de Pitis, donde viven unas 100 familias.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En