Cartas al director

Kuwait y los derechos humanos

Cumplidos ya cinco años de la retirada de las fuerzas iraquíes de Kuwait, este país ha emprendido, afortunadamente, una serie de reformas a nivel político y de derechos humanos como, por ejemplo, el inicio de los primeros pasos para la ratificación de tratados internacionales que salvaguarden los derechos fundamentales de sus ciudadanos, y la abolición del Tribunal de Seguridad del Estado.Sin embargo, las graves violaciones de los derechos humanos cometidas durante el periodo de Ley Marcial siguen sin resolverse. Estas incluyen la detención de presos de conciencia, torturas y malos tratos,...

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Cumplidos ya cinco años de la retirada de las fuerzas iraquíes de Kuwait, este país ha emprendido, afortunadamente, una serie de reformas a nivel político y de derechos humanos como, por ejemplo, el inicio de los primeros pasos para la ratificación de tratados internacionales que salvaguarden los derechos fundamentales de sus ciudadanos, y la abolición del Tribunal de Seguridad del Estado.Sin embargo, las graves violaciones de los derechos humanos cometidas durante el periodo de Ley Marcial siguen sin resolverse. Estas incluyen la detención de presos de conciencia, torturas y malos tratos, desapariciones, ejecuciones extrajudiciales, juicios manifiestamente injustos y ampliación de la pena de muerte. Aun cuando se ha creado un comité para investigar las denuncias de estos abusos, las autoridades no han emprendido ninguna investigación seria e independiente que permita llevar a los responsables ante la Justicia.

En los juicios celebrados por el Tribunal de Seguridad del Estado y por el Tribunal de Ley Marcial se vulneraron las normas internacionales sobre juicios justos al no permitirse la apelación de la sentencia y por aceptarse confesiones bajo tortura. Muchos de los presos permanecen encarcelados bajo la acusación de colaboracionismo con las fuerzas iraquíes. Éste es el caso de Usama Suhail Hussein, un palestino que trabajaba en el periódico Al-Qabas, el cual fue cerrado por las fuerzas iraquíes que obligaron a sus trabajadores a incorporarse al único periódico permitido durante la invasión: el Al-Nida. Este es sólo uno de los muchos casos que existen de presos de conciencia, como ya ha denunciado Amnistía Internacional, que continúan detenidos tras ser juzgados en juicios manifiestamente injustos.

Esperemos que el Estado de Kuwait dé el paso decisivo de ratificar los tratados internacionales sobre derechos humanos y revise, de acuerdo con estos tratados, todas las sentencias dictadas por el Tribunal de Ley Marcial y el Tribunal de Seguridad del Estado. Además, una investigación rápida e imparcial de todos los casos de desapariciones y de denuncias de torturas ayudará a establecer el compromiso de Kuwait de amparar y promover los derechos humanos en el futuro.-

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