Enfrentamientos en Belfast entre jovenes unionistas y policias antidisturbios

La violencia política regresó ayer a las calles de Belfast, capital de Irlanda del Norte, cuando un grupo de jóvenes unionistas, integrantes de un desfile conmemorativo, se enfrentó a la policía que impidió el avance de la marcha a través de un barrio católico. Las fuerzas antidisturbios dispararon balas de goma para disolver la concentración, después de que algunos manifestantes lanzarancócteles mólotov, botellas, vasos y latas de cerveza contra la barrera policial, situada en Lower Ormeau Road. Cinco personas resultaron heridas levemente.Un centenar de varones integraba el desfile de los Jóv...

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La violencia política regresó ayer a las calles de Belfast, capital de Irlanda del Norte, cuando un grupo de jóvenes unionistas, integrantes de un desfile conmemorativo, se enfrentó a la policía que impidió el avance de la marcha a través de un barrio católico. Las fuerzas antidisturbios dispararon balas de goma para disolver la concentración, después de que algunos manifestantes lanzarancócteles mólotov, botellas, vasos y latas de cerveza contra la barrera policial, situada en Lower Ormeau Road. Cinco personas resultaron heridas levemente.Un centenar de varones integraba el desfile de los Jóvenes Aprendices de Derry que, con banda de música incorporada, pretendía atravesar la zona católica rumbo al centro de la ciudad, cuando la policía les cortó el paso. Miembros del Royal Ulster Constabulary (policía provincial) habían tomado posiciones en el puente de Ormeau Road, frontera con una de las áreas católicas de Belfast, para evitar que el desfile siguiera su rumbo habitual cruzando la zona nacionalista. La primera reacción de los manifestantes fue permanecer en sus puestos en espera de un acuerdo con los mandos policiales. El concejal unionista Sandy Geddis, que dirigía la marcha declaró: "Pensamos quedarnos aquí aunque no sé por cuánto tiempo".

Pero los intentos de convencer a la policía, de que abriera la barrera fueron inútiles. Ni siquiera el líder del Partido Unionista Demorático, Ian Paisley, que acudió en calidad de mediador, pudo conseguir la retirada de las fuerzas de seguridad. Tras ocho horas de cerco, un segundo contingente de manifestantes se sumó a la marcha y se iniciaron los ataques a la policía, que optó por disolver la concentración.

El choque de ayer se enmarca en la rutinaria escalada de la tensión política en el Ulster al iniciarse la "temporada de las marchas" de abril. Un periodo en el que protestantes y católicos se entregan a la pasión privada de las conmemoraciones de variado signo. Todas ellas amenazadoras para el sector contrario.

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