Miles de automovilistas, atrapados en 100 kilómetros de atascos

El Jueves Santo fue un calvario para las decenas de miles de automovilistas que salieron de la región, y sobre todo para quienes tuvieron que tomar la autovía de La Coruña. La primera experiencia de las vacaciones de Semana Santa consistió en sacudirse el aburrimiento durante las tres largas horas que tardaron en alcanzar el límite provincial en la mañana del jueves.Las autovías se quedaron pequeñas para dar cabida al aluvión de automovilistas ociosos. El atasco en la región sumaba, en todas sus vías, más de 100 kilómetros y los tramos de parón se repartían por todos los puntos cardinales.
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El Jueves Santo fue un calvario para las decenas de miles de automovilistas que salieron de la región, y sobre todo para quienes tuvieron que tomar la autovía de La Coruña. La primera experiencia de las vacaciones de Semana Santa consistió en sacudirse el aburrimiento durante las tres largas horas que tardaron en alcanzar el límite provincial en la mañana del jueves.Las autovías se quedaron pequeñas para dar cabida al aluvión de automovilistas ociosos. El atasco en la región sumaba, en todas sus vías, más de 100 kilómetros y los tramos de parón se repartían por todos los puntos cardinales.

El colapso en todas las carreteras radiales que tienen su kilómetro cero en Madrid se prolongó desde las ocho y media de la mañana hasta las tres de la tarde. Sólo los fugitivos que tomaron la carretera de Andalucía (N-IV) se libraron de las paradas de larga duración, aunque también soportaron un tráfico intenso.

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha calculado que desde el fin de semana de Ramos hasta el Domingo de Resurrección se habrán movilizado cinco millones de vehículos en la región.

Fue reseñable el atasco matinal en la A-VI, la autovía de La Coruña, de 20 kilómetros, entre el 26 (donde se incorporan a la autovía los vehículos del carril rápido) hasta el 46, pasado Collado-Villalba. Recorrer este trayecto costaba 120 minutos a partir del mediodía, informa Juan Francés, y tres horas a los más madrugadores. Esto supone que los pacientes ocupantes de los vehículos viajaban a una velocidad inferior a 10 kilómetros a la hora. Además, en esta autopista se registró el único accidente de la jornada: un hombre de 38 años cruzó la vía por un lugar inadecuado siendo mortalmente arrollado por un vehículo.

La DGT recomendó ayer sin cesar a quienes tenían por destino la sierra madrileña que tomasen la M-607, autovía de Colmenar Viejo que, aun con tráfico intenso, estaba más despejada que la de la Coruña.

Las autovías se saturan cuando superan los 2.000 coches por carril a la hora

Un funcionario de la Dirección General de Tráfico explicó el jueves a EL PAÍS cuándo se produce el atasco con seguridad. Los cálculos de los expertos señalan que un solo carril de las autovías de salida de la capital puede llegar a absorber hasta 1.500 o 2.000 vehículos a la hora sin que se detenga la circulación. A partir de esa cantidad, matemáticamente se produce una retención, o se circula a una velocidad bajísima con parones intermitentes. Superado ese límite de capacidad, la más mínima circunstancia agrava más las cosas. Por ejemplo, basta que los conductores tengan el sol de frente para que reduzcan la velocidad. Y sobra explicar que las retenciones aumentarán si hay lluvia, nieve o viento fuerte.Los del sur madrugaron

La autovía de Andalucía se encontraba el jueves menos atascada porque quienes se dirigían hacia al sur habían salido en su mayoría el miércoles por la tarde, cuando se produjeron colas de 22 kilómetros, hasta Aranjuez.

Los excursionistas que buscaban la nieve disfrutaron de ella después de lo que esperaban. Después de tardar dos horas en alcanzar Villalba, tuvieron que aguantar el atasco de la M-601, la carretera que conduce hasta el Puerto de Navacerrada. Se encontraba totalmente ocupada entre los kilómetros 16 y 26.

En la carretera de Valencia (N-III), los problemas comenzaban en las curvas de la urbanización Santa Eugenia, todavía en el término municipal de Madrid, y se prolongaban hasta el puente de Arganda del Rey. En total, 12 kilómetros de cola. Un accidente en Saelices (Cuenca), en el que fallecieron cuatro personas, sucedido a las diez de la mañana, dificultó el tránsito por esta salida.

En cualquier caso, los conductores que se dirigían al Mediterráneo por esta vía lo habían pasado mucho peor en la tarde del miércoles, cuando las retenciones alcanzaron los 20 kilómetros, hasta Arganda.

La gran escapada del miércoles por la tarde alarmó a muchos madrileños, según la Dirección General de Tráfico, quienes retrasaron al salida al jueves, después de haber escuchado en la radio y la televisión lo complicado que resultaba salir de la ciudad.

La autovía de Burgos (N-I) se convirtió en una encerrona el jueves en dos de sus tramos: en San Sebastián de los Reyes (kilómetros 13 al 23) y del 37 al 47, a partir de la travesía de El Molar, donde se produjo una colisión a las nueve de la mañana, en la que no hubo víctimas.

Nacional II

Tampoco se libró la carretera de Barcelona. A partir de Torrejón de Ardoz, la fila de coches parados con inquietos ocupantes dentro alcanzaba los ocho kilómetros. La serpiente de vehículos se produjo un poco más adelante, en Alcalá de Henares, entre los kilómetros 33 y 37.

La hermana pobre de las autovías de Madrid, la de Extremadura (sus conexiones con la M-40 y con los municipios de Móstoles y Alcorcón son insuficientes), sufría atascos hasta Navalcarnero, en el kilómetro 26. Mientras, los coches serpenteaban con frenazos y arrancadas en la carretera de los pantanos, la M-501, desde su inicio hasta Brunete.

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El telerruta regional se olvidó de sus atascos

El telerruta del Gobierno regional, el teléfono de la Dirección General de Carreteras de la Comunidad, 555 60 00, ofrecía el jueves una escueta información de las condiciones de las vías. Pero se olvidaba de señalar los atascos de las carreteras que son competencia del Gobierno regional, como el de la M-601 (Navacerrada) y el de la M-501, donde la circulación se encontraba parada por completo. "La temperatura en los puertos de la región, a las 11.30 de la mañana, es de entre 6 y 8 grados centígrados. La humedad relativa del aire es del 50%, y la calzada de las carreteras se encuentra limpia y seca", señalaba una voz grabada con un eco de fondo que casi impedía la audición.Después, ofrecía la referencia de media docena de carreteras cuya gestión depende de la Consejería de Obras Públicas y Transportes, cortadas por obras. Finalmente, la voz señalaba que la grabación no se renovaría hasta el viernes y remitía al usuario al auténtico telerruta, el 900 123 505, donde atiende un funcionario de la Dirección General de Tráfico.

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