Seis niños vivían solos en un piso de Alicante desde hace meses

El policía local Francisco José Tortosa no podía sospechar que una actuación de trámite le iba a conducir a uno de los casos más trágicos de abandono de menores registrado en Alicante. Cuando iba a detener a un hombre reclamado por el juzgado, se encontró con una familia integrada por seis niños que subsistían gracíax a la mayor, de 14 años, quien tenía a su cargo a sus dos hermanas, de 11 y 9 años, a un primo de 5, y a dos sobrinos de 4 abriles y 7 meses.Los padres desde hace meses fuera de la ciudad, y sólo uno se preocupaba algo de ellos y enviaba giros postales periódicos y hacía alguna qu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El policía local Francisco José Tortosa no podía sospechar que una actuación de trámite le iba a conducir a uno de los casos más trágicos de abandono de menores registrado en Alicante. Cuando iba a detener a un hombre reclamado por el juzgado, se encontró con una familia integrada por seis niños que subsistían gracíax a la mayor, de 14 años, quien tenía a su cargo a sus dos hermanas, de 11 y 9 años, a un primo de 5, y a dos sobrinos de 4 abriles y 7 meses.Los padres desde hace meses fuera de la ciudad, y sólo uno se preocupaba algo de ellos y enviaba giros postales periódicos y hacía alguna que otra corta visita camino de Castellón, donde reside. Al deplorable abandono se sumaron la burocracia y la ineptitud de los poderes públicos que, conocedores de la situación irregular de la familia desde 1993, no le pusieron remedio.

La Consejería de Trabajo y Asuntos Sociales, que dirige José Sanmartín, el departamento municipal de Servicios Sociales y el juzgado de Instrucción número 8 de Alicante estaban al corriente de la situación de los niños pero al parecer surgieron discrepancias sobre a quién correspondía ordenar el internamiento de los pequeños en un centro de acogida.

La trágica situación de los menores se complicó más cuando hace unos días un perro mordió al bebé. La mayor se ocupó de llevarlo al médico después de realizar las curas caseras, que han provocado una abertura de ojos desigual, un tono amoratado de la parte dañada y un lagrimal que supura permanentemente por abuso de colirios.

Archivado En