Cartas al director

Descarrilamiento

El pasado sábado día 9, alrededor de doscientas personas tomaron el tren en Cotos dirección Navacerrada. A los pocos minutos, el vagón de cola descarriló, ninguna desgracia, el susto y nada más. Lo curioso, que echa por tierra todo el presupuesto publicitario de Renfe, es la coordinación. De los dos empleados que llevaba el tren, uno decía que nos bajásemos y el otro que nos quedáramos en el convoy. Pasaron preguntando si alguien tenía un teléfono móvil para avisar a Navacerrada, y como nadie lo tenía hicieron caminar a los viajeros aproximadamente cinco kilómetros. Divertido si no fuese porqu...

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El pasado sábado día 9, alrededor de doscientas personas tomaron el tren en Cotos dirección Navacerrada. A los pocos minutos, el vagón de cola descarriló, ninguna desgracia, el susto y nada más. Lo curioso, que echa por tierra todo el presupuesto publicitario de Renfe, es la coordinación. De los dos empleados que llevaba el tren, uno decía que nos bajásemos y el otro que nos quedáramos en el convoy. Pasaron preguntando si alguien tenía un teléfono móvil para avisar a Navacerrada, y como nadie lo tenía hicieron caminar a los viajeros aproximadamente cinco kilómetros. Divertido si no fuese porque casi la mitad del pasaje eran niños cansados del día pasado disfrutando en la nieve. El último kilómetro discurre por un túnel en curva con visibilidad nula, la publicidad televisiva de Renfe insiste en el "no vemos", pero ' yo creía que era figurado y no real. ¿Tendremos que hacer una colecta para que compren un teléfono móvil y unas linternas a los conductores de los trenes pequeños que pasen por túneles?-

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