Cartas al director

El 'caso Bosman'

Érase una vez un jovencísimo grupo de residentes que tomando el nombre de la ciudad fundaron un pequeño club. Un equipo integrado por jugadores locales y/o regionales. Se pasó de uno a dos y de dos a tres, y ahora podremos ver un once inicial con representantes de los distintos países, disputando así una Liga Intercontinental. El miedo provocado por la alta preparación de los trabajadores y la libre circulación de éstos, nos provoca una arruga más. ¿Por qué no había de sucederles lo mismo a los deportistas profesionales? ¿Es que son tan privilegiados que ni eso ha de inquietarles?Todo e...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Érase una vez un jovencísimo grupo de residentes que tomando el nombre de la ciudad fundaron un pequeño club. Un equipo integrado por jugadores locales y/o regionales. Se pasó de uno a dos y de dos a tres, y ahora podremos ver un once inicial con representantes de los distintos países, disputando así una Liga Intercontinental. El miedo provocado por la alta preparación de los trabajadores y la libre circulación de éstos, nos provoca una arruga más. ¿Por qué no había de sucederles lo mismo a los deportistas profesionales? ¿Es que son tan privilegiados que ni eso ha de inquietarles?Todo ello supone una revolución en el deporte, no sólo por la libre circulación de deportistas comunitarios, sino porque se considera a los clubes como empresas y a los jugadores, así como a los clubes, les son exigibles tanto las obligaciones como los derechos de las relaciones laborales. Pero la UEFA no es una patronal; más bien una institución decorativa.

Pasa a la página siguiente

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Viene de la página anterior

El caso Bosman representa, para muchos, un buen dolor de cabeza y otro problema a solucionar, pero, en realidad, no es más que la aplicación de uno de los derechos de los integrantes de la Unión Europea.-

Archivado En