La Biblioteca Nacional

Me gustaría hacer algunas puntualizaciones a la carta aparecida en EL PAÍS el pasado sábado 24 de febrero que firma don Félix Álvárez. Este usuario de la Biblioteca Nacional se lamenta de que haya que esperar entre 35 y 45 minutos para que le sirvan un libro al lector. Quisiera aportar algunos datos acerca de esta observación.En 1990, la Biblioteca Nacional recibió sólo en el salón general de lectura 55.909 lectores, mientras que en 1995 esta cifra ha ascendido a 122.076; es decir, un incremento del 118,3%. Sin haber aumentado el personal, los tiempos que se consiguen son los que menciona don ...

Me gustaría hacer algunas puntualizaciones a la carta aparecida en EL PAÍS el pasado sábado 24 de febrero que firma don Félix Álvárez. Este usuario de la Biblioteca Nacional se lamenta de que haya que esperar entre 35 y 45 minutos para que le sirvan un libro al lector. Quisiera aportar algunos datos acerca de esta observación.En 1990, la Biblioteca Nacional recibió sólo en el salón general de lectura 55.909 lectores, mientras que en 1995 esta cifra ha ascendido a 122.076; es decir, un incremento del 118,3%. Sin haber aumentado el personal, los tiempos que se consiguen son los que menciona don Félix Álvarez. Ahora bien, para establecer términos comparativos, queremos recordar aquí que una institución modelo en toda Europa como la British Library consigue sólo en un 69% de los casos servir los libros en un plazo de 90 minutos.

Por lo que se refiere a los tiempos para conseguir la reproducción de un libro antiguo, es cierto que son más elevados de lo conveniente. Sin embargo, el servicio se ha agilizado con respecto al pasado al disponer la biblioteca de lectores-reproductores de microfilmes o microfichas que los usuarios pueden utilizar de forma directa, obteniendo así instantáneamente la reproducción que necesitan. Algunas cifras: el número de reproducciones que el investigador consiguió de forma directa -instantáneamente- ha aumentado de 19.198 en 1994 a 61.297 en 1995. Desde luego, es mucho lo que nos queda por hacer en la Biblioteca Nacional. Sin embargo, no podemos por menos de estar satisfechos de algunos de nuestros pequeños avances, fruto de nuestro deseo de abrir democráticamente la Biblioteca Nacional a la sociedad española.- Director del departamento de acceso a la información y al documento.