Solo ligeros retoques en el mapa político catalán

El PSC se mantiene como primera fuerza, CiU pierde un único diputado y el PP no consigue crecer

Cataluña volvió a votar ayer de forma diferente, al resto de España, pero casi igual a como votó en las últimas elecciones legislativas de 1993, lo que da idea de lo estable que es polícamente esta comunidad autónoma. El Partit dels Socialistes de Cataluña fue el vencedor de una noche que fue calificada en las distintas sedes electorales como "de infarto", mientras el PP catalán quedaba a la mitad de sus objetivos y CiU lograba lo que más le importaba: seguir siendo clave en Madrid.El PSC no sólo no sufrió la debacle que le auguraban todas las encuestas electorales, sino que aumentó su represe...

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Cataluña volvió a votar ayer de forma diferente, al resto de España, pero casi igual a como votó en las últimas elecciones legislativas de 1993, lo que da idea de lo estable que es polícamente esta comunidad autónoma. El Partit dels Socialistes de Cataluña fue el vencedor de una noche que fue calificada en las distintas sedes electorales como "de infarto", mientras el PP catalán quedaba a la mitad de sus objetivos y CiU lograba lo que más le importaba: seguir siendo clave en Madrid.El PSC no sólo no sufrió la debacle que le auguraban todas las encuestas electorales, sino que aumentó su representación en un escaño sobre los 18 que tenía. De hecho, fue el único que aumentó el número de diputados.

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También CiU aguantó bien el envite del PP por arrebatarle los votos del centro y forzar una bipolarización derecha-izquierda en Cataluña. En cambio, una parte de su electorado sucumbió al voto util anti-PP y votó a los socialistas. Con el 80%,de los votos escrutados, CiU retrocedía respecto a las legislativas de 1993 y perdía uno de los 17 diputados que tenía.

La coalición que lidera Jordi Pujol logró en cambio claramente su segundo gran objetivo: seguir siendo clave en Madrid. Y eso convirtió en una victoria relativa un resultado que de otro modo hubiera sido considerado un fracaso. "Nada se hará en Madrid sin contar con Cataluña, sin contar con la' gente de Cataluña", decía poco, después de las diez de la noche un eufórico Joaquim Molins. CiU había estado tan pendiente de sus resultados como de, la posición en que quedaban en el arco parlamentario español. Logrado el objetivo de ser "una fuerza clave" para la gobernabilidad del futuro gobierno de España, como había proclamado en su campaña electoral, CiU se daba por satisfecha. "Hemos impedido la mayoría absoluta del PP", clamaba Molins.

Esta circunstancia hacía más patética la posición del PP de Cataluña, que se convertía así en el gran perdedor de la noche. Aunque mantuvo las ocho actas de diputado que había logrado en 1993, este resultado quedaba muy lejos de los objetivos que se había propuesto, nada menos que 12 diputados. Se quedó, por tanto, muy lejos, con el agravante de que el aumento esperado en Cataluña era clave para que José Maria Aznar pudiera gobernar con comodidad en la Moncloa.

El PP fracasó pues frente a los socialistas en la pugna derecha-izquierda, y fracasó también frente a CiU en la pugna por el voto del centro. El resultado de anoche podría configurar además un techo electoral que pesaría como una losa sobre el futuro político del PP en España y confirmaría el fracaso de su estrategia.

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Iniciativa per Catalunya-El Verds se perfilaba, con el 80% de los votos escrutados, como la principal víctima de la bipolarización entre derecha e izquierda en España. La pérdida de uno de los tres escaños que tenía en la pasada legislatura indica que IC-Els Verds ha sido vulnerable al voto útil dentro de la izquierda y evidenciaría el acierto de la campaña del PSC de apelar a reunir en bajo sus siglas todo el voto de la izquierda, como el PP agrupaba el de la derecha. Este resultado podría revelar también el rechazo de una parte del electorado de IC-Els Verds hacia la política anti PSOE que ha mantenido el dirigente de Izquierda Unida, Julio Anguita.Esquerra Republicana de Cataluña, la quinta fuerza en liza, se quedó como estaba, con un diputado.

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