Cmpleaños muy feliz

El mitin de ayer, el más multitudinario de Aznar, comenzó con 55 minutos de retraso para aguardar la llegada desde Las Palmas de Gran Canaria de la caravana de prensa que sigue al candidato. Éste afeó el retraso a su jefe de prensa; Francisco García Diego. "A ver si madrugamos un poco", le reconvino, pero fue informado de que el toque de diana había sido a las cinco de la mañana.Desde las 11.45, quince minutos antes de la hora prevista para el comienzo, se cortó el acceso al coso taurino, que estaba ya abarrotado. El público tuvo que esperar bastante más de una hora todavía. Centenares de pers...

El mitin de ayer, el más multitudinario de Aznar, comenzó con 55 minutos de retraso para aguardar la llegada desde Las Palmas de Gran Canaria de la caravana de prensa que sigue al candidato. Éste afeó el retraso a su jefe de prensa; Francisco García Diego. "A ver si madrugamos un poco", le reconvino, pero fue informado de que el toque de diana había sido a las cinco de la mañana.Desde las 11.45, quince minutos antes de la hora prevista para el comienzo, se cortó el acceso al coso taurino, que estaba ya abarrotado. El público tuvo que esperar bastante más de una hora todavía. Centenares de personas acompañaron por la calle al presidente del PP hasta la plaza y tuvieron que desistir de entrar.

Dentro fue el delirio. Cuando el cumpleañero iba a tomar la palabra, una pancarta voladora compuesta de centenares de globos blancos y azúles le deseó "feIicidades" mientras las gargantas entonaban, sin orden ni concierto, el "cumpleaños feliz". Desde los tendidos altos se desplegó otra pancarta gigante de tela con el mensaje "feliz cumpleaños, presidente". Las pes de la primera y la segunda palabra componían el anagrama del partido.

Cinco minutos tardó en poder hablar entre los gritos, los aplausos, los "¡torero! ¡torero!", los "oé, oé, oé" y los "¡José Mari! ¡José Mari!" en alegre cacofonía. Sería interrumpido de nuevo dos veces, y en una llegó a sentarse en el suelo a esperar el final de los gritos y las palmas. Acabó feliz, como había empezado."Vendré, si me invitais, a cumplir 44. Pero como presidente del Gobierno. Si no, !no me dejeis venir!".

Luego, en un hotel, apagó a la primera las 43 velas de una tarta monumental. Y posó con una camiseta en la que puede leerse "Yo sobreviví a Aznar 96" sobre una caricatura suya. Las camisetas, en edición limitada, son una iniciativa de varios informadores que han cubierto varias campañas con Aznar y se han convertido en un trofeo. Hace 10 días se vendían a 1.500 pesetas. Ayer, la cotización había subido a 2.000.