Paquita la del Barrio llega de México para castigar a los hombres

Además de las películas de Buñuel o las pinturas del matrimonio Rivera-KahIo, nada refleja mejor el surrealismo mexicano que un espectáculo de Paquita la del Barrio. Su desmedida propuesta tiene hoy en Caracol una cita inexcusable con la vida. La pasión, los cuernos, la pose bohemia, los celos, el sudor, el humo del tabaco y el tequila recalan sin pudor en cada bolero que interpreta. El exabrupto es su arma. Como mujer engañada, comparece armada de razón para ridiculizar sin compasión a los hombres que la engañan.

Ella se muestra vehemente cuando le llama "inútil" o "gusano". Y cuando e...

Además de las películas de Buñuel o las pinturas del matrimonio Rivera-KahIo, nada refleja mejor el surrealismo mexicano que un espectáculo de Paquita la del Barrio. Su desmedida propuesta tiene hoy en Caracol una cita inexcusable con la vida. La pasión, los cuernos, la pose bohemia, los celos, el sudor, el humo del tabaco y el tequila recalan sin pudor en cada bolero que interpreta. El exabrupto es su arma. Como mujer engañada, comparece armada de razón para ridiculizar sin compasión a los hombres que la engañan.

Ella se muestra vehemente cuando le llama "inútil" o "gusano". Y cuando es ella la que engaña, todavía puede ser más humillante con el contrario: "Tres veces te engañé, la primera por coraje, la segunda por capricho y la tercera por placer, y después de estas tres veces no quiero volverte a ver" llega a decir en una de sus piezas más célebres.Pero, tras esa arrogancia, Paquita es una luchadora que no lo ha tenido nada fácil en su atormentada vida. De hecho ha empezado a triunfar a una edad más que considerable y con un físico que no acompaña nada a la voluptuosidad de sus textos. "Invítame a pecar, invítame o te invito" puede resumir su actitud inequívoca de ser ella la que siempre lleve la iniciativa. Y lo que le hace surrealista es que nada parece que le afecte. O sea, que se permite decir mil y una barbaridades sin un solo aspaviento, la contundencia de sus sentencias se valen por sí solas.

En los últimos años Paquita ha visitado frecuentemente España. Allá donde va deja un regusto amargo con lo desgarrado de sus canciones y su falso candor al interpretarlas. Pero es difícil resultar indiferente a sus interpretaciones que recoge de múltiples compositores mexicanos de todos los tiempos. Un espectáculo suyo es mucho más auténtico que cualquier reality-show de moda.

Ritmo de Senegal

También esta noche, los tambores de Senegal sonarán en el Círculo de Bellas Artes de la mano de Saf Louga. La sabiduría ancestral de este grupo trae la sonoridad y el calor de Senegal al frío invierno de Madrid.Esta numerosa agrupación de percusionistas es ya vieja conocida de las noches de la capital. Afincado en Madrid desde hace un par de años, Saf Louga ha recorrido los pueblos de España y multitud de festivales con sus extraños instrumentos de percusión a cuestas. Cualquier madera puede servirles para fabricar su evocadora música, a si como los troncos vaciados de caprichosas formas.

Paquita la del Barrio actúa hoy en Caracol (Bernardino Obregón, 18; metro Embajadores), a las 22.30, 2.200 pesetas. Saf Louga, en el Círculo de Bellas Artes (Marqués de Casa Riera, 2; metro Banco), a las 22.30, 1.500 pesetas y 1.000 pesetas (socios).