Editorial:

Las Chinas

ESTADOS UNIDOS ha mostrado su enorme inquietud ante la escalada de la tensión en el estrecho marítimo de Taiwan, que lleva camino de convertirse en uno de los lugares más peligrosos del planeta. La China continental ha decidido participar a su manera en la campanña para las elecciones presidenciales que la isla de Taiwan celebrará el próximo 23 de marzo, las primeras por sufragio universal directo. Pekín está realizando maniobras navales y ensayos de misiles en el estrecho y ha concentrado en la zona 150.000 soldados. Taiwan ha respondido con un estado de máxima alerta de su Ejército.Pekín tem...

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ESTADOS UNIDOS ha mostrado su enorme inquietud ante la escalada de la tensión en el estrecho marítimo de Taiwan, que lleva camino de convertirse en uno de los lugares más peligrosos del planeta. La China continental ha decidido participar a su manera en la campanña para las elecciones presidenciales que la isla de Taiwan celebrará el próximo 23 de marzo, las primeras por sufragio universal directo. Pekín está realizando maniobras navales y ensayos de misiles en el estrecho y ha concentrado en la zona 150.000 soldados. Taiwan ha respondido con un estado de máxima alerta de su Ejército.Pekín teme que un Taiwán próspero económicamente y caminando hacia la democracia se vea tentado por la idea de abandonar el objetivo de la reunificación de China y decida escoger la independencia unilateral. Y lanza velados mensajes de que, en ese caso, podría verse obligado a invadir la isla. Taiwan, refugio desde 1949 de los nacionalistas del Kuomintang dirigidos por Chang Kai Chek, derrotados en el continente por los comunistas de Mao, nunca ha sido reconocida como un Estado independiente por Pekín, que siempre ha reclamado su condición de depositario del conjunto de la soberanía china. La comunidad internacional se plegó a esa tesis desde que en 1973 lo hiciera Estados Unidos. El principio de que sólo existe una China y de que el continente y la isla deben terminar reunificándose es también defendido por Taiwan, aunque cada vez con menor entusiasmo.

Entre la juventud de Taiwan, habitado por 21 millones de personas, crece el ideal de convertir la separación temporal en definitivo divorcio. El Kuomintang de Lee mantiene formalmente el proyecto de reunificación, pero, en las pasadas elecciones legislativas, candidatos de otras fuerzas que hicieron campaña abierta a favor de la independencia obtuvieron excelentes resultados.

Casi medio siglo de separación y el feroz contraste entre la consolidada prosperidad y las crecientes libertades de la isla y el atraso social y económico y el autoritarismo político que priman en el continente ahondan el foso abierto en 1949 en el estrecho de Taiwan, y con él, la posibilidad de un conflicto que podría tener gravísimas repercusiones para todo el planeta.

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