Así van las cosas

En la sección de Cartas al director de ayer leo una del diputado del PP por Badajoz Luis Ramallo, en la que me acusa de mentir porque en el artículo que publiqué en este mismo periódico el miércoles 14 sobre la manipulación y demagogia con que se han jaleado casos que luego han resultado falsos le pongo a él como ejemplo atribuyéndole la frase de que "Roldán estaba en el fondo del mar con una piedra atada al cuello". Tengo delante de mí la información de la agencia Efe sobre una conferencia pronunciada por Luis Ramallo en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid el día 1 ...

En la sección de Cartas al director de ayer leo una del diputado del PP por Badajoz Luis Ramallo, en la que me acusa de mentir porque en el artículo que publiqué en este mismo periódico el miércoles 14 sobre la manipulación y demagogia con que se han jaleado casos que luego han resultado falsos le pongo a él como ejemplo atribuyéndole la frase de que "Roldán estaba en el fondo del mar con una piedra atada al cuello". Tengo delante de mí la información de la agencia Efe sobre una conferencia pronunciada por Luis Ramallo en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid el día 1 de diciembre de 1994 en la que este señor, refiriéndose al posible paradero del fugitivo Luis Roldán, dice textualmente: "Hay una posibilidad de que le hubieran, puesto unos buenos zapatos de hormigón y esté en el fondo del mar haciendo compañía a los peces de algún mar por la isla Margarita, esa que visitaba Felipe González con Carlos Andrés Pérez". Me excuso, pues, por haberle atribuido el infundio de que Roldán estaba en el fondo del mar con una piedra al cuello: la verdad es que estaba allí con unos zapatos de hormigón. Lo que no me consta es que el señor Ramallo se excusase ante la opinión cuando Roldán fue detenido vivo y sano con la ropa seca, sin piedra al cuello ni zapatos de esa clase. Así han ido y así van las cosas en la contienda política de nuestro país.-