Las centrales de Seat replican a Ferdinand Piëch que la plantilla "trabaja más que nunca"

La dura reprimenda lanzada por el presidente del grupo Volkswagen, Ferdinand Piëch, contra la filial Seat cayó ayer como un jarro de agua fría entre la plantilla. La acusación de Piëch de que la empresa "vive alegremente sin preocuparse de dónde viene el dinero" (ver EL PAÍS de ayer), fue replicada por CC OO y CGT que afirman que "en la empresa se trabaja más que nunca". UGT, el sindicato mayoritario, prefirió no hacer comentarios, aunque su portavoz, Josep Pujol, dijo que se pedirán explicaciones a Volkswagen "en la reunión del grupo del próximo mes".El secretario general de CC OO en Seat, Al...

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La dura reprimenda lanzada por el presidente del grupo Volkswagen, Ferdinand Piëch, contra la filial Seat cayó ayer como un jarro de agua fría entre la plantilla. La acusación de Piëch de que la empresa "vive alegremente sin preocuparse de dónde viene el dinero" (ver EL PAÍS de ayer), fue replicada por CC OO y CGT que afirman que "en la empresa se trabaja más que nunca". UGT, el sindicato mayoritario, prefirió no hacer comentarios, aunque su portavoz, Josep Pujol, dijo que se pedirán explicaciones a Volkswagen "en la reunión del grupo del próximo mes".El secretario general de CC OO en Seat, Alfonso Rodríguez replicó así a Piëch: "La plantilla nos estamos esforzando por la empresa. Parece que el señor Piëch cada vez que tiene problemas busca culpables fuera de casa". Para el dirigente de CC OO, Volkswagen "tiene excedentes de plantilla en Alemania y busca culpables fuera de casa".

Los sindicatos creen que el presidente de Volkswagen está molesto porque no ha logrado sacar adelante su propuesta de implantar la semana alterna de cuatro o seis días como pretendía. La empresa tampoco ha podido disponer de un expediente de empleo de 20 días de forma permanente para paliar posibles bajadas de ventas.

CGT, tercera fuerza sindical en la empresa, criticó duramente al presidente de Volkswagen. "Las declaraciones están fuera de lugar", afirmó Antonio Gil, miembro del comité de empresa. "Aún estamos sufriendo las consecuencias, del agujero en el que nos metió en 1993", año en que se desató la crisis de la empresa.

En declaraciones a la revista alemana Manager Magazin, Piëch afirmó: "Seat fue sin duda la cosa más grande a la que tuve que dar la vuelta en mi vida". Tras señalar que Seat y Skoda, las recibió "como herencia", criticó "la mentalidad de vivir alegremente sin importar si el dinero viene del Estado o de Volkswagen. Cambiar esto es muy difícil".

La dirección de Seat prefirió ayer no hacer comentarios sobre las críticas de Piëch. La empresa informó que ha vendido la línea de montaje del antiguo Ibiza a la firma iraní Iran Vanet.

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