Editorial:

A un mes vista

DE CELEBRARSE este domingo las elecciones, el Partido Popular (PP) podría alcanzar la mayoría absoluta en el Congreso, mientras que el PSOE volvería a una representación parlamentaria cercana a los niveles previos al año 1982. A menos de un mes de las elecciones y a cinco días escasos del comienzo de la campaña electoral propiamente dicha, el PP aumenta su ventaja en intención de voto, sobre el PSOE, y su líder, José María Aznar, se pone prácticamente al mismo nivel que Felipe González en cuanto a las simpatías que suscita. Los últimos días de precampáña parecen haber sido más rentables al PP ...

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DE CELEBRARSE este domingo las elecciones, el Partido Popular (PP) podría alcanzar la mayoría absoluta en el Congreso, mientras que el PSOE volvería a una representación parlamentaria cercana a los niveles previos al año 1982. A menos de un mes de las elecciones y a cinco días escasos del comienzo de la campaña electoral propiamente dicha, el PP aumenta su ventaja en intención de voto, sobre el PSOE, y su líder, José María Aznar, se pone prácticamente al mismo nivel que Felipe González en cuanto a las simpatías que suscita. Los últimos días de precampáña parecen haber sido más rentables al PP que al PSOE, a tenor de los datos del sondeo de Demoscopia que hoy publica EL PAÍS.En las cuatro semanas transcurridas desde el último sondeo,el PP ha logrado aumentar en 1,2 puntos el por centaje a su favor de los. votos emitidos, situándose en el 41,7%- Por contra, el PSOE retrocede al 32,6%. Es M tendencia divergente entre ambos partidos, cifrada en estos momentos en 9,1 puntos, lo que hace electoral m ente verosímil un triunfo del PP en los aledaños de la mayoría absoluta. Aunque el sondeo no permite asignar escaños, un 41,7% se inscribe en los parámétros de las mayorías absolutas, a tenor de la reciente historia electoral. Se aleja, pues, la incertidumbre del día después respecto a posibles coaliciones del gobierno o al papel pretendidamente decisorio de grupos minoritarios en el es cenario político resultante de las elecciones del día 3.

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La movilización electoral no sólo se mantiene, sino que aumenta. El 83% de los ciudadanos manifiesta su intención de acudir a las urnas,siendo los más decididos los votantes del PP y los de IU. Son estos últimos también, y con gran diferencia los del PP, quienes se encuentran más inclinados a repetir el voto de 1993. Pero esa mayor participación, que, de confirmarse, alcanzaría niveles sin. precedentes, no parece beneficiar especialmente a Izquierda Unida QU), que apenas sube 0,6 puntos, sin alcanzar su marca del 13,5% de las últimas europeas. La pugna electoral entre el PSOE e IU se traduce, de momento, en un empate técnico que, en todo caso, beneficia a la coalición de Anguita: un 5% de los votantes de IU en 1993 dará su voto al PSOE el 3 de marzo,- y un 4% de los del PSOE entregará el suyo a IU.

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Para remontar la situación, al PSOE apenas le quedaría otra baza que la de un mano a mano televisivo entre González y Aznar. Una amplia mayoría de ciudadanos piensa que un debate a dos entre González y Aznar beneficiaría más al primero que al segundo.Pero, por ello mismo, es más que dudoso que Aznar, con los vientos electorales a su favor, acepte ese riesgo. El líder del PP puede escudáse en la opinión mayoritaria de los ciudadanos, que se inclinan por un debate a tres entre González, Aznar y Anguita. Pero en ese supuesto González sería el más perjudicado, en beneficio de sus contrincantes, especialmente Aznar. También, para ampliar espacio por la izquierda, quizá no le viniera mal a González otro cara a cara con Anguita... si lo gana.

Todo indica, pues, que, a similar distancia temporal, las elecciones del 3 de marzo de 1996 están más decididas que las precedentes de 1993. Y no parece probable que a los socialistas les ayude el mayor pesimismo con que los españoles parecen contemplar la situación política y económica. El mejor tono vital detectado hace un mes se ha deteriorado en las últimas semanas, de modo que ha aumentado la mayoría de españoles que califican de mala o muy mala la situación en ambos terrenos. Es más probable, en todo caso, que esa percepción pesimista de la situación global española no sea ajena a las últimas tendencias de la opinión electoral, y ahora son mayoría quienes afirman que el líder del -PP "ha dado la impresión de tener más claro lo que tiene que hacer". Si es así, Aznar comienza a plantarle cara a González en un punto básico en toda estrategia electoral: el de la confianza de los ciudadanos. Mucho tendrá que esforzarse el PSOE en los días de campaña, y muy especialmente Felipe González, si aún aspira a mover a su favor la tendencia de voto.

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