"No me mires que te mato"

Los asesinos de Fernando Múgica actuaron muy rápido, pero aún les sobraron unos segundos para encararse con una testigo del crimen y amenazarla de muerte pistola en mano. Según un hombre que presenció el atentado de la calle de San Martín, dos mujeres estaban bajando la persiana de su tienda cuando los terroristas dispararon sobre su víctima a pocos metros. Horrorizadas, se quedaron mirando a los dos asesinos, un joven rubio y otro moreno Uno de ellos se volvió, clavó sus ojos en una de las mujeres y masculló: "No me mires que te mato". Luego huyó. Los etarras corrieron por la calle de Fuente...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los asesinos de Fernando Múgica actuaron muy rápido, pero aún les sobraron unos segundos para encararse con una testigo del crimen y amenazarla de muerte pistola en mano. Según un hombre que presenció el atentado de la calle de San Martín, dos mujeres estaban bajando la persiana de su tienda cuando los terroristas dispararon sobre su víctima a pocos metros. Horrorizadas, se quedaron mirando a los dos asesinos, un joven rubio y otro moreno Uno de ellos se volvió, clavó sus ojos en una de las mujeres y masculló: "No me mires que te mato". Luego huyó. Los etarras corrieron por la calle de Fuenterrabía tras encañonar a José María Múgica, hijo de la víctima, que vio el asesinato de su padre desde la acera de enfrente y se lanzó sobre ellos. Un hombre y una mujer esperaban en un Opel Corsa con el motor encendido.El comando empezó así una espectacular fuga en la que utilizó tres vehículos y disparó por tres veces contra una patrulla de la Ertzaintza. Primero, el Opel Corsa en el que viajaban sufrió un pinchazo. A punta de pistola, robaron a una pareja un Volkswagen Golf junto al frontón Galarreta. Después, en la carretera de Urnieta, el comando se topó con una patrulla de la Ertzaintza, a la que dispararon. Los agentes no repelieron la agresión y los etarras siguieron hasta Andoain (Guipúzcoa). Allí, en una zona de caseríos, los etarras chocaron con un turismo y el grupo se dispersó. Dos de los activistas huyeron a pie mientras otros dos robaron otro coche.

Más información

La pista de los etarras se perdió en Andoain, el mismo pueblo en el que el pasado verano otro comando despistó a la Guardia Civil tras estar cercado durante días en la sierra alavesa de Badaya.

La Ertzaintza montó un fuerte dispositivo policial en Andoain, que se mantenía en la noche de ayer, para localizar a los terrorista. Sí se hallaron el Corsa y el Golf utilizados en la fuga.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En