Cartas al director

La actuación de la grúa

Deseo poner de relieve unas actuaciones que miles de madrileños sufrimos desde hace tiempo ante la mayor impunidad legal de los autores: me refiero a la indiscrirninada e ilegal actuación de la grúa privada-municipal de Madrid.Quiero anteponer mi creencia de que las argucias legales no deben ser motivo de exculpación de culpables e infractores, pero, por lo mismo, no deben ser motivo de impunidad administrativa.

Todos sabemos que en la actualidad la grúa ¿municipal? es un puro negocio privado que funciona a comisión, lo que le lleva a secuestrar vehículos que no entorpecen la circulació...

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Deseo poner de relieve unas actuaciones que miles de madrileños sufrimos desde hace tiempo ante la mayor impunidad legal de los autores: me refiero a la indiscrirninada e ilegal actuación de la grúa privada-municipal de Madrid.Quiero anteponer mi creencia de que las argucias legales no deben ser motivo de exculpación de culpables e infractores, pero, por lo mismo, no deben ser motivo de impunidad administrativa.

Todos sabemos que en la actualidad la grúa ¿municipal? es un puro negocio privado que funciona a comisión, lo que le lleva a secuestrar vehículos que no entorpecen la circulación de vehículos ni peatones, que sólo actúa en barrios y situaciones que le resultan cómodos y que jamás acude a retirar vehículos en situaciones peligrosas o de auténtico colapso. (Véase cualquier acontecimiento deportivo, cuyos asistentes cuentan con patente de corso para estacionar anulando incluso el paso de vehículos de urgencias, con el beneplácito absoluto de la Policía Municipal).

Una vez secuestrado un vehículo, necesariamente tienes que pagar para recogerlo, y si éste ha sufrido daños, algo habitual, los responsables no se responsabilizan.

No se atienden los recursos presentados y no queda más vía para las víctimas que el contencioso administrativo (unas 100.000 pesetas de coste y unos tres años de tramitación) para intentar demostrar que el vehículo fue retirado de un sitio de aparcamiento-estacionamiento permitido.

Que a diario se cometan prepotentes abusos y arbitrariedades inadmisibles (véase El País Madrid del 15 de enero) por parte de organismos privados nos conduce a la sensación de indefensión y asco por la sociedad en que vivimos, pero si estas mismas tropelías son cometidas por la Administración pública, elegida y sufragada por los administrados, nos retrotrae a la situación de siervos de la gleba. Que Dios ilumine a nuestra corporación municipal y nos proteja a los madrileños de sus democráticas actuaciones.-

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